Bajo condiciones normales, la ansiedad nos ayuda a mejorar el rendimiento y la adaptación a nuestro entorno social
FUENTE: SALUD180
CD. DE MÉXICO, MX.- / 2016-08-13
Bajo condiciones normales, la ansiedad nos ayuda a mejorar el rendimiento y la adaptación a nuestro entorno social. Ninguna reacción de nuestro cuerpo ocurre por casualidad; en este caso, tiene la función de movilizarnos ante situaciones que nuestro cuerpo o mente considera preocupantes o amenazantes.
Los especialistas describen que puede ser una emoción sana que nos ayuda a enfrentarnos, y/o anticiparnos a situaciones conflictivas de la vida. Nos impulsa a reaccionar de la forma más efectiva frente a problemas que podrían superarnos.
Miedo, angustia, ansiedad
Los términos angustia, miedo, nerviosismo, inseguridad, inquietud o tensión representan estados diferentes derivados de vivencias relacionadas con la ansiedad. Aunque muchas veces son empleadas como sinónimos, en realidad tienen entre ellos sutiles diferencias.
El miedo es una reacción normal frente a peligros o eventos que vienen del exterior y son percibidos por la persona como amenazas.
La angustia, sin embargo, aparece sin motivo y en la mayoría de las ocasiones es independiente de las circunstancias externas. Se caracterizada por temor a lo desconocido o amenazante que se contrapone al miedo, que es un temor más concreto y definido. La angustia normalmente se basa en preocupaciones sobre un futuro inmediato, y desaparecen al solucionarse los problemas.
La ansiedad es parte de nuestro aparato psicológico. Existe la normal y la patológica; esta última representa un problema de salud para el individuo, y puede ser producto de estrés sostenido, de herencia genética o de diversos problemas médicos”, aclara Ricardo Secín Diep, director de la Clínica de Ansiedad y Depresión del Hospital Angeles Pedregal.
A lo largo de su vida un 15% de la población presenta estos trastornos. Suelen ser más frecuentes en mujeres que en hombres.
Los síntomas
Cuando una persona sufre ansiedad su cuerpo puede reaccionar con una sensación de miedo, acompañada por malestar general y una gran variedad de síntomas.
En situaciones normales y aparentemente no peligrosas, puede aparecer la alarma haciendo notar algunos de estas señales:
Taquicardia y palpitaciones.
Sudoración o sequedad de boca.
Sensación de ahogo o dificultad para tragar.
Inquietud y sensación de tener “los nervios de punta”.
Dificultad para conciliar el sueño y para permanecer dormido.
Trastornos gastrointestinales, mareos y dolores musculares.
Sensación de que algo malo va a pasar.
También pueden presentarse ataques de pánico; trastornos frecuentes en quienes padecen ansiedad. Se caracteriza por la aparición súbita de un miedo intenso, de corta duración, autolimitado, recurrente y progresivo, sin la presencia de un factor desencadenante. Hace que la persona busque ayuda médica de urgencia por temor a que su salud o vida estén en riesgo.
Las causas
Aunque no se conocen las causas exactas, se cree que éstas pueden tener orígenes biológicos, psicológicos y del entorno de la persona, como:
Genética (predisposición o antecedentes familiares).
Estrés (dificultades en las relaciones personales, problemas laborales o enfermedades crónicas).
Enfermedades médicas.
Depresión.
Alcoholismo o drogadicción.
Experiencias traumáticas, como separaciones, accidentes o muerte de familiares.
Es fundamental tratar de identificar las causas con ayuda de un especialista, ya que de esto depende brindar una solución de fondo y un tratamiento eficaz; es decir, si no se atienden las causas la solución será pasajera o superficial”, advierte Secín Diep.
El tratamiento
La opinión de un especialista, concluye Ricardo Secín, es fundamental para establecer el tratamiento, que “dependerá del tipo de trastorno por ansiedad diagnosticado.
En general, lo más recomendado es combinar el manejo psicológico y el farmacológico. Un trastorno por ansiedad bien atendido puede resolverse de manera definitiva”.
Recomendaciones generales para contender la ansiedad
Investiga todo lo relacionado con este padecimiento
Libera la tensión con masajes y haz ejercicio
Practica técnicas de relajación
Evita alcohol, café y tabaco
Sal a distraerte
Procura dormir lo suficiente
Platica con alguien
Es importante acudir con el médico si los síntomas son severos y no se pueden controlar; así como cuando se presentan ataques de ansiedad que interfieren con el desempeño de las actividades diarias.
