El estadio Nacional Julio Martínez Prádanos se lleno de fiesta para recibir al certamen continental de Chile
11 de junio de 2015 - 18:23
EFE
El poético rompecabezas artístico, lumínico y melódico con el que la Copa América 2015 inauguró este jueves su edición en Chile propulsó a los espectadores hacia un mágico viaje transcontinental de coordenadas futbolísticas.
La espectacular presentación de las banderas participantes, que entraron volando por encima de las 46 mil cabezas que atestaban el Estadio Nacional "Julio Martínez Prádanos", fue uno de los momentos que encumbró la ceremonia inaugural.
Fue una presentación que también estuvo marcada por las briosas danzas rituales pascuenses, una espectacular pirotecnia musical y la interpretación de "Al fin del mundo", himno del certamen continental.
Un cortometraje sobre la magia del futbol, en el que se pudo asistir a un veloz viaje transcontinental de un balón, constituyó la primera pieza del puzzle artístico.
Más de doscientos focos multicolores escudriñaron la cerrada noche santiaguina y acentuaron el hechizo general con sus láseres de tonalidades marinas acompasadamente entretejidas.
Pero sin duda, el momento más emotivo de toda la ceremonia se lo llevó la entrada de doce gigantescos globos de helio de los que pendían unas estilizadas bailarinas aladas.
Estas esferas refulgentes aparecieron por sorpresa por detrás de la marea de espectadores que asistía al evento. Los movimientos de estas deidades fascinaron al público que durante varios minutos observó como estas extrañas y etéreas criaturas surcaban el cielo del estadio.
La fiesta de apertura de la Copa América 2015 fue un traje hecho a medida del Estadio Nacional que dejó por las nubes el inicio del torneo y encendió los ánimos de los miles de espectadores que esperaban ansiosos el baile de divinidades de la única religión que no tiene ateos