28 de Julio de 2025
 

Escuelas fracasan al incluir a menores con autismo

 

 

JUAN DAVID CASTILLA

XALAPA, VER.- Las escuelas de Veracruz han fracasado en su intento por incluir a niñas y niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), consideró Jorge Manzo Denes, investigador titular de la línea de autismo dentro del Instituto de Investigaciones Cerebrales (IICE) de la Universidad Veracruzana.

El especialista detalló que los planteles educativos no están tomando en cuenta las diferencias en la velocidad de aprendizaje entre los niños neurotípicos.

Las investigaciones desarrolladas a lo largo de 15 años han comprobado que si bien los niños con TEA cuentan con las competencias de aprendizaje, “las ventanas de tiempo” para comprender y dominar nuevos conceptos son distintas.

“Nosotros podemos enseñarle a un niño que una silla es una silla, un niño con desarrollo neurotípico tiene la habilidad para aprender eso en una semana, un niño con autismo tiene la capacidad de aprender eso, pero no en una semana sino en dos meses o un poco más”, explicó.

En este sentido, el investigador enfatizó que si bien las escuelas tienen buenas intenciones en esta materia, sus acciones no están fundamentadas en investigación científica.

Por su parte, el psicólogo Salvador Zepeda, integrante del equipo de investigación de autismo dentro del IICE, afirmó que muchas escuelas particulares en Xalapa se promocionan como inclusivas, pero no cuentan con la infraestructura ni los recursos humanos para dar el apoyo pedagógico a los niños con TEA.

“A veces a los niños los ponen con una maestra y no se hacen los ajustes curriculares que logren la integración del alumno. Los maestros hacen lo que pueden, pero no cuentan con estos ajustes ni tampoco se les da una maestra auxiliar”, expresó.

Solo dos o tres escuelas de la capital del estado cuentan con casos de éxito en este rubro, debido a que cuentan con departamentos de apoyo psicopedagógico, integración educativa y sobre todo con el compromiso de los padres de familia, terapeutas y personal docente.

 

TERAPIAS INNECESARIAS

 

Una familia invierte al menos 4 mil 400 pesos mensuales en terapias y tratamientos para una persona con Trastorno del Espectro Autista, sobre todo para garantizar un avance con terapias ocupacionales, de lenguaje, conductuales y hasta actividades deportivas, como natación o  equitación.

Sin embargo, el especialista Salvador Zepeda enfatizó que no se requiere saturar a las personas de terapias, pues primeramente debe de existir una valoración de sus necesidades particulares, establecerse prioridades y llevar un correcto proceso de acompañamiento.

“Nosotros hemos visto que muchos papás piensan que si los meten a más actividades es garantía de que vayan avanzando. No hemos detectado que los chicos que reciben ese paquete de terapias tengan mayores avances. Tratan de meterlos a un tratamiento nuevo que aparece o productos milagro que venden la cura del autismo, esto refleja mucho desconocimiento por parte de los padres de lo que realmente es el autismo”, refirió.

 

FÁRMACOS SON DAÑINOS

 

El médico Jorge Manzo Denes, integrante del Instituto de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana, también alertó que todos los fármacos prescritos a las personas dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA) provocan efectos secundarios a largo plazo que afectan su calidad de vida.

El investigador en jefe de la línea de autismo en la UV enfatizó que no existe un tratamiento farmacológico para “curar” el autismo, debido a que no se trata de una enfermedad, sino de un trastorno. 

Sin embargo, explicó que estos fármacos son prescritos a las personas con TEA para tratar de ayudarlos a lidiar con las consecuencias fisiológicas que provoca en ellos esta condición.

“La gran mayoría de ellos (personas con TEA) están medicados, pero no están medicados para el autismo. Están medicados para bajar los niveles de estrés, de ansiedad, para que duerman mejor, hay algunos medicamentos específicos que se les dan para disminuir algunas conductas negativas que pueda tener el niño”, explicó.

Al medicarse desde muy temprana edad, cerca de los dos años, cuando el diagnóstico es oportuno, y tomar esos medicamentos de por vida, provocan un deterioro crónico de órganos como hígado y riñones.

“Cualquier fármaco a largo plazo tiene efectos secundarios, los niños manifiestan estas conductas autistas entre los dos y tres años de edad, el autismo no es mortal, entonces estos niños pueden vivir hasta llegar a ser adultos mayores. Tomar esos fármacos por muchos años va a causar efectos secundarios”, agregó Manzo Denes.

 

DESARROLLAN TRATAMIENTOS

 

Su equipo de investigación se encuentra en vías de desarrollo de tratamientos no farmacológicos, con base en la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad que tiene el cerebro de reestructurarse y adaptarse a nuevas situaciones. 

Además, la doctora en Ciencias Biomédicas, Anllely Gutiérrez Rodriguez, agregó que los fármacos comúnmente prescritos a las personas dentro del espectro autista son antipsicóticos y neurolépticos, los mismos que se suministran a personas con enfermedades mentales.

“Es una medicación tomada por vía oral para mediar los síntomas de la psicosis y la ansiedad, de esta manera les permite controlar conductas agresivas, agitadas y tener un efecto calmante inmediato. Sin embargo los efectos adversos se pueden presentar desde la primera toma del tratamiento, incrementándose conforme pasen los años”, indicó.

Asimismo, detalló que dichos efectos pueden ser tales como temblores, sedación, mareos, náuseas, visión borrosa, fatiga, estreñimiento, infecciones en la vías respiratorias superiores, entre otros. 

 


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