24 de Noviembre de 2024
 

Frenan investigación de desaparición de 12 edecanes en Actopan, denuncian familiares

En la desaparición de las 12 mujeres que acudieron a laborar como edecanes a un evento en el municipio de Actopan, el 28 de noviembre del año 2011, están involucrados “políticos y funcionarios” por tal motivo, las investigaciones “han sido paradas” por las autoridades.

 

 

 

 

Yuneri Citlalli Hernández Delgadillo es una de las 13 mujeres desaparecidas en los días 27, 28 y 29 de noviembre de hace cinco años, que habitaban en esta ciudad capital, de las cuales, doce de ellas, fueron contratadas para trabajar como edecanes en un evento "donde estuvieron altos funcionarios" en el municipio de Actopan.

 

 

 

 

 

 

Según consta una denuncia ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), con el número de expediente PGR/SEIDO/UEIDMS/AC/039/2014. En esos tres días noviembre del 2011 desaparecieron 13 mujeres, con edades de entré 19 y 25 años.

 

 

 

 

 

Sus nombres son: Luz Abril Landa Ávila; Teresita del Rocío Vázquez; Yuneri Citlalli Hernández Delgadillo; Nancy Hernández Moreno; Adriana Sarahí Ceballos Vázquez; María de Jesús Landa Martínez; Mayra Salas Durán; Berenice Guevara Gómez; Roxana Retureta; Luisa Itzel Quintana; Lizbeth Yetsil Amores Roldán; Ana Laura Hernández y Karla Nallely Saldaña Hernández. En esas mismas fechas desapareció en Xalapa, un varón, Jesús Alberto Estrada Martínez.

 

 

 

 

 

 

 

Victoria Delgadillo, es madre de Yuneri Citlalli, se dedica a cuidar niños en un kinder, refiere que para su familia, hay dos fechas "difíciles": Una es el 19 de octubre, en el que su hija desaparecida cumplió 32 años de edad este 2016 y el 28 de noviembre, cuando se cumplen cinco años de no volver a escucharla, ni verla.

 

 

 

 

 

La madre se unió a diferentes organizaciones integradas por familiares de desaparecidos para poder investigar y exigir a las autoridades que encuentren a su hija, o por lo menos saber que ocurrió en Actopan.

 

 

 

 

 

 

El caso fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Procuraduría General de la República (PGR), pero a lo largo de estos 60 meses, cuando las investigaciones avanzan y se percatan que en ese evento de Actopan al que acudieron Luz Abril Landa Ávila; Teresita del Rocío Vázquez; Yuneri Citlalli Hernández Delgadillo; Nancy Hernández Moreno; Adriana Sarahí Ceballos Vázquez; María de Jesús Landa Martínez; Mayra Salas Durán; Verenice Guevara Gómez; Roxana Retureta; Luisa Itzel Quintana; Lizbeth Yetsil Amores Roldán y Ana Laura Hernández, estaban presentes “altos funcionarios”, se frena todo.

 

 

 

 

 

 

“Desgraciadamente cuando tratan de investigar cómo sucedieron los hechos, hay muchas personas que están involucradas, que a las autoridades no les conviene dar a conocer los nombres, ni cómo ocurrieron los hechos, ni dar con los responsables, porque hay políticos y no les conviene que se sepa todo esto”, expuso la madre de familia.

 

 

 

 

 

 

Victoria Delgadillo coincide en señalar, al igual que los padres y madres de personas desaparecidas en Veracruz, que hay complicidad, corrupción y opacidad en las investigaciones, para dar con los responsables del mal ocurrido.

 

 

 

 

 

“Apenas se está investigando y cuando tienen que decir la línea de investigación va por tal lado, y se dan cuenta que hay mucho funcionario metido en la investigación de las muchachas, ahí paran la investigación y ya no se hace nada “.

 

 

 

 

Al desaparecer el 28 de noviembre del 2011, la jefa de familia, Yunery Citlalli Hernández Delgadillo, quedaron en el desamparo sus dos hijos, uno con edad de cuatro años y el otro de ocho; hoy los menores tienen nueve y 13 años. El mayor pide a su abuela, Victoria Delgadillo que "le diga la verdad y todo lo que le dicen las autoridades en la Ciudad de México sobre su mamá".

 

 

 

 

 

Victoria hace un esfuerzo por no llorar y trata de relatar cómo han sido estos últimos cinco años sin su hija, porque dejó a dos niños, que sólo escucharon decir que su mamá iba a trabajar a Actopan.

 

 

 

 

"Ha sido muy difícil, porque extrañan a su mamá, aunque estén conmigo, siempre la mamá les hace falta, ellos emocionalmente no terminan de aceptar que la mamá no esté, trato que este dolor no sea tan fuerte para ellos, pero no se puede. El más chiquito estaba en el jardín de niños, ahorita ya va en cuarto de primaria y el mayor ya está en la secundaria. No los puedo engañar" expone la abuela.

 

 

 

 

 

Ninguno de los dos padres de los menores de edad se ha acercado para ayudar a Victoria con la responsabilidad de dar alimentos, vestido, educación o apoyo moral por la desaparición de su madre.

 

 

 

 

 

“Cuando mi hija estaba, los papás de mis nietos, si le daban a mi hija un gasto semanal o por quincena. Pero nada más desapreció ella y no volvimos a saber de ellos" explicó.

 

 

 

 

 

El mayor de los hijos de Yuneri, explicó la abuela, comenzó a darse cuenta que los años pasan, sin tener respuesta de qué pasó con su mamá desde aquel lunes 28 de noviembre.

 

 

 

 

 

"Me ha costado mucho trabajo seguir adelante con mis nietos porque les veo su cara de tristeza. Me voy a México y regreso, y mi nieto el más grande me dice: Yo ya estoy grande, tengo 13 años, a mi si dime la verdad, que te dicen las autoridades en México de mi mamá, quiero saber" expuso Victoria Delgadillo.

 

 

 

 

 

 

Lo último que supo de su hija, es que ese día había hecho de comer pollo a la jardinera, le había dado de comer a sus hijos y una amiga le llamó a su número de celular para decirle que había trabajo en Actopan, como edecán, y les iban a pagar 500 pesos por hora.

 

 

 

 

 

 

Victoria Delgadillo ha solicitado en reiteradas ocasiones a la Comisión Estatal de Atención a Víctimas estatal y federal que le apoyen con becas escolares, a fin de que sus nietos continúen con sus estudios en la primaria y secundaria, pero ninguna autoridad se acerca a ayudarlos.

 

 

 

 

 

Hoy 28 de noviembre, a cinco años de no saber de Yuneri, lo único que pide su madre es “volver a verla, y si ya no está aquí, lo único que pido es encontrarla. Me he puesto a pensar que a lo mejor está en las fosas clandestinas del puerto de Veracruz, o en la fosa común del panteón Palo Verde está mi hija, si es así que me la entreguen. Porque es más doloroso no saber dónde está mi hija. Yo quiero decirle a Citla que la estoy buscando, y que no dejo de luchar por ella”.

 

 

 

 

 

 

A las autoridades de la FGE, y de la administración estatal del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, los padres y madres de personas desaparecidas les dicen que cumplan con su labor de investigar y que “Dios los perdone por todo el daño que le hicieron a Veracruz, porque el dinero que era para encontrar a los desaparecidos, se lo robaron, se lo llevaron, no nos ayudaron, nos ocultaron información, nos han hecho mucho daño, ya que se termine esta pesadilla”.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: AVC/Foto: archivo

 

 

 


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