* La paraestatal solicita esa cantidad a usuarios cuando se requieren más de tres medidores
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- 90 mil pesos cuesta un nuevo transformador, y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) solicita esa cantidad a los usuarios cuando se requiere la instalación de más de tres medidores en alguna construcción, pero desafortunadamente estos aparatos nunca son instalados, por lo que sería necesario investigar a personal heredado de otros gobiernos que podrían incurrir en actos indebidos, expuso Federico Pérez Gómez, presidente de la Alianza Mexicana Pro Garantías y Derechos.
Explicó que “la CFE heredó de gobiernos anteriores la llamada Ley de Aportaciones, la cual se aplica en aquellos casos en los que una persona o una compañía construye e instala cuatro o más bases, para cuatro o más medidores, de inmediato la paraestatal, al darse cuenta de la situación, envía ingenieros a realizar una investigación”. Resulta que al ser solicitado el contrato del servicio, envían a personal de suministro al lugar y se lleva a cabo un dictamen en el que la CFE se declara incompetente para brindar el servicio, pues argumenta que no se cuenta con la suficiente energía para atender dicho contrato.
Pérez Gómez dijo que ante esa situación, los propios usuarios hacen otra solicitud para que la empresa haga más investigación, con base en la Ley de Aportaciones. En ese contexto, aseveró que los gobiernos anteriores dejaron esa ley para obtener más dinero, y para ello se envía un oficio firmado por la responsable de atención a clientes en Martínez de la Torre, de nombre Ana Victoria Vernet Cano, en el que solicitan a los usuarios la adquisición e instalación de un nuevo transformador, para lo cual es necesario depositar alrededor de 90 mil pesos en el banco Banorte.
Destacó que ese dinero depositado no se sabe a dónde va a parar, ya sea a la CFE, a Hacienda, o bien, a manos extrañas, ilegítimas, de gente que aún trabaja en la paraestatal y fue heredada de administraciones anteriores. En ese sentido, contempló la posibilidad de que haya dentro de la empresa algunos “malandros” que siguen operando para sacar dinero de los usuarios.
Manifestó que, definitivamente, se requiere una investigación de parte de instancias superiores de la CFE, pues resulta que la paraestatal recibe los mencionados recursos, pero resulta que nunca son instalados los nuevos transformadores, que supuestamente sería el fin de ese dinero.
Es por ello que recomendó a constructores y demás personas para que al llevar a cabo sus obras, donde requieran más de tres tomas o medidores, tengan la precaución de no colocarlos juntos, sino que modifiquen los diseños para que dichas tomas queden separadas y de esa manera no les solicite la compra e instalación de nuevos transformadores.