Abaratan los servicios ante las empresas, las cuales manejan contratos amañados para reducir sus costos
Facundo Bartolo Salazar
Materialistas irregulares desplazan a quienes están registrados debidamente, abaratando ese tipo de servicios, situación que beneficia solamente a las empresas “habilonas” que de esa manera tienen la oportunidad de reducir los costos, colocando en una situación muy difícil a los “hombres camión”, mismos que pasan penurias para enfrentar los incrementos constantes en sus insumos, señaló Gerardo Zapata González, dirigente regional de la CROC.
Consideró que todos los materialistas deben ser regularizados, tal como lo exigen las instancias gubernamentales, no obstante, reveló que muchos camioneros se resisten a ello, a pesar de que con su registro correspondiente podrían pelear mejores precios por sus servicios. Añadió que lo más común es comprar camiones y crear organizaciones fantasmas de materialistas, sin que nadie les exija que se identifiquen plenamente, con sus registros respectivos.
Sostuvo que la CROC cuenta con todos sus requisitos de ley, no obstante, lamentó que eso ya no sirva para nada, pues las autoridades permiten que cada quien trabaje como quiera. Aseveró que de esa manera se provoca inestabilidad y competencia desleal entre los materialistas de la localidad. Habló de que algunas constructoras buscan mano de obra barata que les permita vender a buen precio.
Comentó que desafortunadamente para esas empresas, en el pecado llevan la penitencia, puesto que los ciudadanos observan qué tipo de trabajos llevan a cabo y qué materiales utilizan, siendo claro que “lo barato sale caro”. Explicó que, dada la situación, los camioneros en general no pueden cobrar buenos precios por sus servicios, lo cual es propiciado por el propio gobierno. Insistió que en ese ámbito, los más perjudicados son los trabajadores, pues las empresas siempre buscan abaratar sus costos, contratando camiones materialistas que son irregulares.
Hizo un llamado a las instancias gubernamentales que den la oportunidad de trabajar a quienes están debidamente registrados en el ámbito de los materialistas. Esto, sin contratos “amañados”, que atentan contra los intereses de la mayoría de los trabajadores del gremio.
