El Sindicato Nacional Azucarero exige que se cumpla con la ley, ejecutando la sentencia emitida por un juez
Facundo Bartolo Salazar
Los terrenos invadidos en la colonia Alejandro Peña, mal llamada colonia Azucarera, deben ser desalojados, tal como lo marca la sentencia dictada ya por un juez acerca de ese asunto, sin que quienes tienen en posesión ilegal dichos terrenos utilicen a niños como escudos humanos para impedir que las autoridades cumplan con su trabajo, señaló Gregorio González Romero, secretario general de la Sección 105 de obreros azucareros.
Añadió que lo anterior es del dominio público, por lo que los invasores deben estar conscientes de que deben liberar los terrenos tarde o temprano. Lo anterior, al tomar en consideración que el sindicato prosigue con los trámites relacionados con la demanda, misma que debe concluir con desalojos, aunque aclaró que en ocasiones son los propios titulares de los terrenos en cuestión quienes promueven tales acciones.
González Romero destacó que el Sindicato Nacional Azucarero es el propietario del predio llamado Alejandro Peña, cuyo propósito es dotar de vivienda a los obreros desde un principio, cuando fue adquirido por el citado sindicato, el cual tiene personalidad jurídica para demostrar la propiedad de tales terrenos, contrariamente a quienes dicen tener derechos por haber tomado ilegalmente los lotes que habitan desde hace años, situación que implica cometer un delito.
Manifestó que todo es muy claro y quienes no demuestren tener derecho sobre el terreno que tengan en posesión en el predio en cuestión, deberán ser desalojados, independientemente de que argumenten haber pagado a líderes corruptos que los embaucaron y que solo aprovecharon la situación para hacer dinero, vendiendo una propiedad que no era suya. Reconoció que eso es precisamente lo que complica la situación de los invasores, pero no así para el Sindicato, una instancia que exige a las autoridades correspondientes que cumplan con la ley y procedan al desalojo, pues no es justo que personas incluso ajenas al gremio azucarero quieran disfrutar de beneficios que de ninguna manera les corresponden.
