Con el fin de recuperar el inmueble que, afirman, fue construido con sus aportaciones
Facundo Bartolo Salazar
Jubilados y pensionados organizados en la asociación civil “Benito Juárez” acudirán ante instancias federales para continuar su lucha por la recuperación del edificio de su propiedad que ocupa indebidamente la Escuela de enfermería, en virtud de que todos sus esfuerzos han sido en vano en las dependencias estatales, concretamente el Tribunal Superior de Justicia en el Estado (TSJE), mismo que no ha dado respuesta a sus peticiones, anunció Nicasio Vargas Rodríguez, secretario de la citada organización.
El entrevistado sostuvo que los jubilados y pensionados continuarán pugnando por lograr su objetivo, aun cuando reconoció que no cuentan con suficientes recursos para ello. En ese ámbito, no descartó la posibilidad de que esa situación sea bien aprovechada por la directora de la Escuela de Enfermería, Zita Hernández Castillo para retardar las gestiones de los senectos, pues ella cuenta con cuantiosos recursos producto de las aportaciones de los padres de familia de la institución, quienes en repetidas ocasiones se han quejado de los altos cobros en la institución, cual si fuese particular.
Por lo anterior, Vargas Rodríguez consideró que no es justo contemplar a esa escuela como de beneficio social, por los altos costos que implica, sobre todo ahora que la carrera de enfermería no será considerada a nivel profesional. Lamentó que nunca haya sido posible entablar diálogo con los directivos de la institución para llegar a un acuerdo satisfactorio, reconociendo en los jubilados y pensionados cañeros a quienes con sus aportaciones hicieron posible la construcción del inmueble donde se asienta la Escuela de Enfermería, donde originalmente funcionó la clínica Gustavo Baz.
Confió entonces en que al acudir ante las instancias federales habrá resultados más favorables para sus gestiones, sabiendo que algunos de sus compañeros aún tienen la esperanza de que sea recuperado su inmueble, donde tendrían un espacio para pasar su vejez, realizando actividades sanas, e incluso recibiendo atención pero en el lugar por parte de las diferentes instituciones del ramo.