Ellos y sus familiares esperaron prácticamente todo el día para recibir sus pagos bimestrales
Facundo Bartolo Salazar
Un verdadero calvario sufrieron ayer para recibir sus apoyos los beneficiarios del programa 65 y Más de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) de Villa Independencia y alrededores, quienes se reunieron -algunos desde las diez de la mañana-, en el salón de la Casa del Campesino para recibir sus mil pesos que les son entregados en forma bimestral por personal de la dependencia, principalmente a personas de la tercera edad de comunidades rurales.
Desafortunadamente, resultó que les fue notificado a los abuelitos que los pagos iniciarían a la una de la tarde, argumentando que está en proceso el cambio de planillas, en las que están organizados los hologramas con los que cada bimestre llevan a cabo sus cobros los beneficiarios del mencionado programa gubernamental. Pero se llegó la una de la tarde y el personal que realizaría la entrega de apoyos no llegó, extendiéndose la espera hasta las dos y media y aun más tarde, pues personal del Ayuntamiento mencionó que a esa hora los funcionarios de la Sedesol estaban ya en camino.
Dada la situación, era ya muy notoria la desesperación de los senectos, algunos de ellos postrados en forma permanente en sus sillas de ruedas, a causa de diferentes padecimientos. También los familiares daban muestras de cierto cansancio, pero al mismo tiempo de resignación, en virtud de su obligación de apoyar a todas esas personas de la tercera edad, independientemente de los retrasos de los apoyos y sabiendo además que los recursos entregados son muy necesarios para que subsistan los beneficiarios.
Ante ese panorama de molestias y sufrimientos de las personas de la tercera edad que se vieron obligadas a esperar largas horas para ser atendidos por el personal de la Sedesol, confiaron en que esas acciones se planearán de mejor manera en el futuro, pues definitivamente es muy penoso permanecer a la expectativa, con el temor de que alguno de los abuelitos comenzara a dar muestras de alguna crisis por las diferentes afecciones de salud que padecen muchos de ellos.
Asimismo, expresaron que ojalá los beneficiarios del 65 y Más en las comunidades cuenten en el futuro cercano con sus tarjetas bancarias, con el fin de que puedan realizar sus cobros a través de los cajeros automáticos, donde pueden acudir sus familiares para evitarles molestias mayores. Lo anterior, aunado a la prueba de supervivencia, la cual ahora se realizará cada seis meses, situación que sería menos complicada, tanto para los viejitos, como para sus familiares.