15 de Agosto de 2025
 

Citricultores tendrán que replantar sus huertas de limón persa

Las plantas con patrones tolerantes no les producen, por lo que las tirarán para sembrar nuevamente

Facundo Bartolo Salazar

Citricultores tendrán que replantar sus huertas de limón persa, obligados por la baja producción de las plantas con patrones tolerantes, mismas que les fueron vendidas por los viveristas, con subsidio del gobierno, con la finalidad de enfrentar una supuesta devastación por el virus de la tristeza (VTC), mismo que nunca llegó, pero sí hizo más ricos a los viveristas y más pobres a los productores, señaló Francisco Campos García, citricultor de la zona.

Lamentó que con aquel pretexto tan trillado de la inminente llegada del virus de la tristeza de los cítricos, los productores entraron en un juego perverso del gobierno, mismo que no precisamente ayudó a los pequeños citricultores para hacer frente al supuesto ataque de ese mal, sino que favoreció a los empresarios viveristas, quienes hicieron el gran negocio, vendiendo ‘plantas tolerantes’ de las que se decía, resultarían inmunes al VTC.

 

Campos García recordó que, dada la situación, la meta era replantar totalmente las huertas de limón persa con patrones tolerantes, de tal manera que los productores no perdieran la oportunidad de continuar cultivando esa fruta con la devastación que se avecinaba. Dijo que desafortunadamente las plantas tolerantes mostraron una baja productividad, lo cual decepcionó en gran medida a los citricultores, acostumbrados a las bondades del patrón tradicional del “naranjo amargo” o “cucho”, con el cual obtenían mejores resultados.

Comentó que aunado a lo anterior, nunca llegó el feroz ataque del virus de la tristeza, o por lo menos se dijo que tan solo llegó una cepa del virus, misma que resultó prácticamente inofensiva, de tal manera que no causó daños a las plantas. Fue precisamente ese hecho que hizo a los productores contemplar la posibilidad de tirar las plantas con patrones tolerantes y replantar sus huertas con el patrón tradicional, pues definitivamente con ese tipo de plantas obtienen mayor producción de fruta.      

 

El entrevistado reveló que ese proceso está en marcha y obviamente implica altos costos para los productores que deberán tirar las plantas tolerantes que no les funcionan, comprar plantas con el patrón tradicional y volver a sembrarlas, además de esperar tres años por lo menos, con el fin de comenzar a cosechar. Consideró que esa situación resulta muy penosa, pues los citricultores resultaron seriamente perjudicados con aquellas versiones terroríficas de la llegada del virus de la tristeza y la devastación que implicaba para las huertas de limón persa. En cambio, los viveristas fueron beneficiados al hacer sus grandes negocios, bajo el amparo del gobierno, como siempre ha sucedido, mientras que los productores tendrán que replantar sus huertas por su cuenta, sin subsidio alguno, para intentar mejorar su producción. 


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