Piden a autoridades la anuencia para actuar en plazas públicas y ofrecer sus servicios
Facundo Bartolo Salazar
Músicos locales afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), sufren competencia desleal por parte de músicos foráneos que llegan a realizar sus actividades para aprovechar el escaso circulante que existe, al parecer en contubernio con gente que maneja bares y restaurantes, desplazando a quienes trabajan permanentemente en esta ciudad, razón por la que solicitan el apoyo de las autoridades, para que les den anuencia de actuar en las plazas públicas, donde al igual que se hace en las grandes ciudades puedan ofrecer sus servicios al público, informó Gerardo Zapata González, dirigente regional de la CROC.
Reveló que además los músicos piden a las autoridades los avale y los presente como integrantes de una organización legalmente constituida, sobre todo ante los malos entendidos generados por la aparición de una “CROC patito”, la cual solamente genera competencia desleal y divisionismo en los diferentes sectores productivos.
Consideró que sería muy positivo que el Ayuntamiento autorizara y brindara la oportunidad a los músicos de actuar en puntos como el parque José María Mata, con la finalidad de tener un momento de animación para el público, constituyendo ello un atractivo más para Martínez de la Torre. Lo anterior, como sucede en las grandes ciudades como Zacatecas, Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal, donde al visitar las diferentes plazas públicas donde es posible encontrar música viva de todo tipo: mariachis, tríos, duetos, entre otros. Zapata González comentó que desafortunadamente no existen esas oportunidades en Martínez de la Torre, por lo que se pide ese apoyo a las autoridades municipales para cambiar esa situación precaria que sufren los músicos en sus actividades.
Manifestó que la CROC sigue en su lucha contra la desestabilidad que provoca su dirigente nacional Isaías González Cuevas, a quien prácticamente corrieron de una reunión en Río Blanco, expresándole que en Veracruz reprueban tajantemente sus prácticas, pues en la entidad los afiliados a la organización viven tranquilos con su propia gente y los gobernantes.
Mostró su desacuerdo con el hecho de que el gobierno otorgue credibilidad a gente que no tiene ni registro, ni la documentación necesaria para operar, amén de que salieron de la CROC, en virtud de que se les pidieron cuentas y sintieron que no podrían solventar algunos problemas con las tesorerías. Insistió en que casi todos los que se separaron de la auténtica CROC lo han hecho porque han quedado mal con el sindicalismo, siendo ese el caso de Francisco Sarmiento Morales, en la Ciudad de Xalapa, quien negoció un terreno, y al pedirle cuentas se salió.