Zonas urbanas y rurales solicitan cada vez más la venia de proyectos productivos
Miguel Bautista
La agricultura urbana ha tomado una fuerza importante en los últimos años, lo que ha dado como resultado la constancia de solicitudes de los proyectos productivos o agricultura urbana en esta zona, declaró María Elisa Manterola Sainz, presidenta de la fundación Produce en nuestro municipio y dedicado a este rubro, pues la gente de las comunidades pero también de las zonas urbanas han manifestado su interés por aterrizar este tipo de recursos que sin ser propiamente actividades del campo se utilizan como trabajo agrícola para producir personas autosuficientes y la autosuficiencia alimentaria de algunos aspectos cotidianos.
Según la empresaria, en los últimos meses se habían ido preparando algunos proyectos para poder ampliar los servicios de la fundación Produce en algunas comunidades pero también en las instalaciones del rancho investigador de El Clarín, presentando un atraso en la entrega de recursos aunque los trabajos no se detuvieron en favor del campesinado de la región.
Mejoramiento genético equino, bovino, análisis de suelo, extensionismo rural y programas de agricultura urbana son algunos de estos servicios que son llevados a productores de la zona norte de la región, ampliándolo de manera constante para que lleguen a muchos más municipios de los que se tienen en una agenda de trabajo, pues en la actualidad se atienden de manera directa a 18 de estos en el estado.
Hidroponía, huertos escolares y de traspatio, son algunas de las actividades más solicitadas, invitando a solicitar la información a través de internet, armando grupos de trabajo para poder determinar o asignar dichos recursos, aunque preferentemente señaló que son las autoridades municipales quienes vinculan estos ejercicios al sector campesino.
No solo se funge la captación a particulares que quiera iniciar esta actividad, sino incluso a campesinos que lleven toda su vida en el ramo agrícola, pues los métodos tradicionalistas deben irse erradicando para dar paso a nuevas tecnologías como la germinación de nuevas semillas e incluso que los mismos hombres de campo sean capaces de lograr estos objetivos.
Por último, advirtió que esta actividad bien pudiera verse como una actividad constante e incluso adoptada por las dependencias estatales y federales, como ya se han hecho con otros programas de asistencia social en los diferentes sectores vulnerables.