* Moral, sociedad y religión en contra de este tipo de acciones, dicen sociólogos
* Familias con esta funcionalidad se predestinarían a repetir patrones conductuales
Miguel Bautista
Para especialistas en el tema de la adopción monoparental, la legislación sobre este y otros temas forman parte de una compleja decisión que deben tomar los legisladores, sobre todo porque diversos factores como la religión, creencias culturales de moralidad y sociales impiden de manera casi conjunta dicha normatividad, aunado a que según opiniones colectivas las familias de este tipo estarían predestinadas a repetir patrones conductuales.
Wendoline Jiménez, socióloga del municipio, adelantó que enfrentar este tema es mucho más difícil de lo que aparenta, pues no se ha realizado y no se tiene conocimiento de estudios que evalúen dichos comportamientos en infantes que tengan como similitud tener padres de parejas del mismo sexo, peor aún, si la entrada de esta normatividad tendría que aguardar a que por principio de cuentas, se autorizase la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, al menos en Veracruz.
Sostuvo que se estarían saltando varios aspectos con respecto a este tema, pues la psicosis colectiva pondría muchas barreras, a pesar de que existen miles de personas que apoyan los casamientos homosexuales, pero que a la vez rechazan la adquisición de todos los derechos que se obtienen con el casamiento para esas parejas.
Citó como ejemplo casos como el de Argentina, donde una adopción puede ser monoparental, es decir que no hace distinciones por la orientación sexual del solicitante, sin embargo desde el punto de vista psicológico se podría advertir que dichas conductas se repetirían en los infantes adoptados de esta manera, al igual que las conductas se repiten en parejas heterosexuales, ejemplo de ellos son las conductas machistas, feministas o de toda índole.
Explicó que la estructura psíquica de los niños se construye a través de la función del otro, por ejemplo, poner límites, cuidar y jugar, también que para el desarrollo adecuado de la masculinidad o de la femineidad es necesaria la presencia de un varón y de una mujer, pues son cosas muy distintas y ambas son necesarias para un desarrollo integral del niño o niña".
“Dicha perspectiva explica que las mujeres tienen un pensamiento intuitivo desde lo biológico y lo psicoafectivo, mientras que los varones tienen un comportamiento más tendiente a lo racional y es el encargado de separar ese vínculo tan estrecho entre el bebé y su mamá, necesario para que pueda crecer".
Otro tema que se cuestiona es la identidad sexual, pues aunque suene parcial, estimó que los niños criados en este contexto podrían mostrar dificultades en la formación de su identidad sexual, ya que existen factores altamente influyentes en su desarrollo como lo son: la biología, la educación, la cultura y las experiencias vividas, con lo que no sabrían cómo reaccionarían socialmente si se creciese con dos madres o dos padres, pudiendo causarles conflictos en ese sentido.
Finalmente, la especialista reconoció que no se sabe en qué porcentaje afectaría la elección de la orientación sexual esta convivencia, además de cómo afectaría los vínculos sociales, indicó que los prejuicios regularmente son impuestos por personas adultas y la aceptación de este tipo de familias sería más difícil que la de obtener con beneplácito esta nueva forma de vida.