Figuran nombres de aspirantes, ya sea con “padrinos” o sin ellos
Facundo Bartolo Salazar
Sigue la efervescencia en torno a la elección del nuevo presidente del Comité Regional Campesino, pero todo parece indicar que la convocatoria para ese proceso será emitida en fechas posteriores al Congreso Nacional de ese sector que se llevará a cabo en Durango, de acuerdo con versiones que circulan entre los propios hombres del campo, quienes muestran también inquietud por definir quién llevará las riendas del comité e impulsará las gestiones a favor del gremio.
Cabe hacer mención que es un buen número de nombres los que se mencionan como posibles candidatos para ocupar la presidencia del Comité Regional Campesino, entre ellos Humberto Tejeda, Vicente Juárez Rodríguez, Modesto Velázquez Toral, todos ellos contando con sus respectivos “padrinos” colocados en importantes posiciones en el medio político y gubernamental. Sin embargo, se habla también de Guillermo de la Rosa López y David González Lozada, además de que Bertoldo Zamítez Mendoza ha expresado sus aspiraciones, pero pronunciándose en contra del “padrinazgo” y del “dedazo”, al considerar que son los propios campesinos quienes deben elegir la mejor opción para que los represente ante las diferentes instancias de gobierno.
En general, el sentir de los verdaderos hombres del campo es buscar a la persona que verdaderamente dará la cara ante la problemática que existe, principalmente en relación a las grandes necesidades que se tienen que enfrentar para dar atención a las huertas de naranja y limón, donde se trabaja a marchas forzadas para seguir sobreviviendo, con bajos precios para la fruta, y con dificultades para producir calidad, dada la falta de mejores insumos y equipos.
Por lo anterior, los campesinos no quieren a un dirigente surgido o impulsado por el medio político, sino que debe ser un hombre que se encuentre cercano al arduo trabajo que a diario se lleva a cabo en el campo, que sienta en carne propia la problemática real del sector, de tal manera que se vea motivado a tocar las puertas de las diferentes instancias, en representación de las bases. De esa manera, sería posible emprender gestiones fructíferas para el sector campesino, que ya no quiere promesas, sino apoyos palpables para aplicar en forma inmediata a las huertas que tanto lo requieren.
