* Diversos factores impiden su completo desempeño escolar
* Dichos comportamientos pueden generar rechazo, discriminación o aislamiento
Miguel Bautista
Según expertos en psicopedagogía, una gran cantidad de estudiantes sufren problemas de aprendizaje sin ser detectados o atendidos adecuadamente, entre los más comunes se encuentran la hiperactividad, desconcentración, irritabilidad, timidez, aislamiento, entre otros factores que impiden un correcto desempeño escolar.
Nancy Guadalupe Camacho Pazos, tallerista de Casa de Cultura en problemas psicoeducativos refirió que son muchos los niños que presentan problemas de rendimiento escolar y de conducta, lamentablemente no son tratados, rebasando en ocasiones a los docentes.
Explicó que de manera general quienes presentan dificultades en el rendimiento, poseen leves alteraciones o retrasos en alguna o algunas áreas del desarrollo, ya sea cognitiva, biológica o emocional; sin embargo, no cumplen con los criterios para ser clasificados dentro de alguna categoría diagnóstica como retardo, déficit atencional, trastorno del aprendizaje u otra. Es decir no hay una “enfermedad” asociada que explique sus dificultades escolares, es decir niños aparentemente sanos desde el punto de vista médico pero que presentan mal rendimiento escolar.
Niños, adolescentes y jóvenes pueden presentar cuadros de hiperactividad, aislamiento, timidez, nerviosismo, agresividad, entre otras muchas sintomatologías, lo que significa un riesgo, pues podría aumentar la probabilidad de presentar alteraciones conductuales y alteraciones emocionales o rezago educativo, situaciones que se combaten a través del diagnóstico oportuno y actividades como el desarrollo de la motricidad, gimnasia cerebral, coordinación de lenguaje y escritura y algunos otros.
Refirió que aunado a ello, el sistema educativo impone en la mayoría de ocasiones a los maestros cifras de más de 30 menores por aula, por lo que se incentivan aspectos que podrían potencializar el problema, ya que no se les presta la debida atención, falta de recursos, falta de preparación por parte de los profesores en materias de manejo emocional de los niños, bajísimas compensaciones, cursos numerosos, y otra serie de cuestiones que impedirían un sano desarrollo escolar.
Finalmente advirtió a los padres de familia que no se debe etiquetar a los pequeños, ni negarles atención educativa adecuada u acorde a sus necesidades, pues generalmente el desconocimiento y desinterés terminan siendo factores determinantes en este ciclo, pues ellos serían los primeros en determinar este tipo de alteraciones y mostrar interés en su aprendizaje.
Informó que como parte de una estrategia municipal, dichos talleres serán llevados en ponencias próximamente a las escuelas del municipio, para ayudar a detectar este tipo de casos, pero también para invitar a participar a los padres de familia y alumnos en este tipo de cursos que cuyo único objetivo es fomentar un buen desarrollo educativo, además del manejo de la dimensión afectiva, entregando herramientas para enfrentar las alteraciones emocionales, de aprendizaje y conductuales, lo que les permitiría entender y aceptar las diferencias individuales mejorando paulatinamente su rendimiento.
