16 de Noviembre de 2024
 

Discriminatorio llamar “coyotes” a los abogados sin título

Los abogados no deben ir en contra de los derechos humanos de ninguna persona

 

Facundo Bartolo Salazar

 

Resulta discriminatorio llamar “coyotes” a los abogados sin título, pues precisamente los profesionales del derecho no pueden ir en contra de los derechos humanos de las personas, siendo estos innegables y estando estipulados jurídicamente, de manera que solo las autoridades competentes son quienes imponen las penas a quien cometa un ilícito, y no los abogados, manifestó Mauro Alvarado Loranca, vicepresidente del Colegio de Abogados.

Sostuvo que “ningún abogado puede juzgar de manera arbitraria a alguien públicamente, pues se entendería que esta va dirigida de manera personal en contra de alguien que le ha afectado  de manera particular un negocio jurídico, o bien que las declaraciones públicas pudieran ser en un afán de protagonismo o falta de capacidad, la cual se demuestra en los juzgados y no en los medios”.

 

Exhortó al respeto a todos aquellos abogados que consideran “coyotes” a quienes litigan sin tener un documento que avale sus conocimientos, dado que llamar a las personas “coyotes” resulta discriminatorio. En ese ámbito, mencionó que le ha tocado atender a personas en su despacho, quienes se han topado con individuos que los timaron en el patrocino de un asunto de carácter legal, pero también, han llegado a expresarse mal de algunos abogados ya titulados porque no pudieron sacarles en buenos términos un asunto para lo cual fueron contratados. Dijo que en esos casos ha recomendado a los afectados a hacer uso de su derecho de actuar ante la instancia correspondiente, pues es ahí en donde se ventilan este tipo de asuntos.

Y si bien es cierto que se necesita tener cédula profesional para representar a las personas en un juicio, Alvarado Loranca recalcó que también es cierto que existe la figura del poder notarial para representar a una persona física o moral, sea el caso, también existe la figura de dar personalidad jurídica a una persona para consultar los autos de un expediente entre otras cosas, y no necesariamente se estaría incurriendo en una ilegalidad, siendo actos tan legales como los que llevan los abogados graduados con honores.

Insistió en que solamente le corresponde el derecho a la persona que se sienta afectada por actos que se hagan en su representación, ante instancias judiciales, por alguien que se haga llamar profesional en derecho, sea o no lo sea, esta puede interponer la respectiva denuncia por un probable ilícito. Apuntó que es entonces que se abre la debida carpeta de investigación, pero si no se dan estos hechos, ninguna autoridad judicial puede de manera arbitraria, hacer un listado de manera particular y bajo presión, de personas que unos llaman “coyotes” y menos hacerla pública, aclarando ello desde el punto de vista de la legalidad, pues estarían incurriendo en un  acto de ilegalidad anticipado.

Opinó que las descalificaciones públicas tanto a personas, como para autoridades de parte de algunos abogados no son sanas en un medio en donde debe prevalecer la razón y la legalidad; y si bien es cierto que hay personas que abogan sin tener documentación que avale su conocimiento, algunos tienen la experiencia y la capacidad para asesorar a quienes los consulten y eso no demerita el trabajo de otro, al contrario, el cliente siempre va a buscar a quien tenga un lazo de confianza o de recomendación, y es en donde los egresados, pasantes y los abogados con maestrías deben de trabajar demostrando su capacidad.

 

 


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