Martínez de la Torre, no cuenta aún con la infraestructura para este cambio
Facundo Bartolo Salazar
El Código Nacional de Procedimientos Penales entrará en vigor el 18 de junio de 2016, representando ello una ventaja para los litigantes, pues quedarán sin efecto los códigos estatales en esa materia, expuso el licenciado Mario Hernández Beatriz, oficial mayor de la Federación de Licenciados en Derecho.
Expresó que desde el año pasado se había hablado de la implementación de un código único, situación que motivó reuniones de legisladores, así como la elaboración de minutas y proyectos, mismos que desembocaron en el Código Nacional de Procedimientos Penales, mismo que fue promulgado la semana pasada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Señaló que hasta el momento, cada estado tiene un Código de Procedimientos, lo cual ocasiona algunos problemas, pues el litigante, al estar acostumbrado a trabajar en su propio estado, y de momento se va a litigar a Sonora, Chihuahua o Yucatán, se enfrenta con cambios sustanciales, independientemente de sus sólidos conocimientos, pues definitivamente se encuentran con movimientos en las audiencias, mismos que tienen que ver con la interpretación y el manejo técnico.
Citó el ejemplo del Código Penal del Estado de Veracruz proclamó el año pasado el sistema oral, estando ya en funciones en los distritos de Xalapa, Córdoba y Jalacingo. Dijo que desafortunadamente en Martínez de la Torre no existe la infraestructura para llevar a cabo los juicios orales, pues no existe tampoco el Palacio de Justicia que fue proyectado desde hace cinco años. Precisó también que desde hace tres años precisamente que tal proyecto no registra avance alguno.
Añadió que Misantla, cabecera del distrito judicial al que pertenece Martínez de la Torre, tampoco tiene salas de juicios orales, pese a que en ambos municipios se ventilarán asuntos de carácter penal, de la misma manera que en Tlapacoyan, que pertenece a Jalacingo. Comentó que el nuevo sistema tiene que regularse en forma técnica y con profesionalismo, por lo que, recalcó se necesita la sala de juicios orales técnicamente equipada. Lo anterior, dada la necesidad de que estén presentes todas las partes involucradas.