* Prácticamente nadie quiere invertir en ese ramo, por lo que el empleo es muy escaso
Facundo Bartolo Salazar
Otro año de crisis les espera a los trabajadores de la construcción, pues seguirán pasando por grandes penurias para encontrar obras dónde emplearse, lo mismo en Martínez de la Torre que en los demás municipios de la región, pues prácticamente nadie quiere invertir, manteniéndose estancada la actividad, señaló Daniel Chávez Contreras, de oficio albañil, quien comentó que lo más probable es que tenga que emigrar en busca de otras opciones, pues en esta región ya encuentra muchas dificultades para sobrevivir.
Lamentó que: “en el mes de diciembre tuve trabajo solamente una semana, y de ahí solamente me ocupé en pequeños detalles que había que hacer en algunas casas, y de plano la situación está muy difícil para la construcción, pues me vi obligado a entrar de cargador en la subasta de limón”.
Añadió que buena parte del año pasado fue a trabajar en Veracruz, pero igual tiene que regresar a esta ciudad por cuestiones familiares, de manera que sería necesario contar con mejores opciones de empleo, lo cual resulta cada vez más difícil, dado que es muy difícil que las personas construyan, aun cuando cuenten con recursos para ello.
Manifestó que aunado a lo anterior, las escasas obras que se realizan en la localidad emplean albañiles foráneos, quienes aparentemente, por tener más necesidad, son contratados por las empresas o por particulares con sueldos muy por debajo de lo que cobran trabajadores de la construcción locales.
Dada la situación, Daniel Chávez consideró que es necesario defender, por un lado, los salarios, y también luchar porque haya más obra en la localidad, con la finalidad de que los trabajadores del ramo cuenten con mayores posibilidades de sobrevivir.
Dijo que también el gobierno debería impulsar más obras públicas, o bien, dar facilidades para que las empresas construyan, de tal manera que fuese posible por ese lado reactivar la economía, que es muy importante, pues muchas veces la actividad depende de los cítricos, cuyos precios permanecen desplomados.