* No se debe culpar a empresas únicamente de dichas problemáticas
Miguel Bautista
Aunque han contribuido para la contaminación de la cuenca del Río Bobos, las empresas de la zona no son las únicas culpables del deterioro que vive día a día dicho afluente, y es que según funcionarios de la actual administración la cuenca alta, media y baja están sufriendo estos estragos de manera simultánea, previéndose mayor impacto en la zona baja que abarca municipios como Martínez de la Torre, San Rafael y Nautla por los factores que los rodean.
Jaime Belli González, director de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de este municipio afirmó que las investigaciones arrojadas por el Instituto Politécnico Nacional la parte baja de la región será la más afectada por el estancamiento que sufre en dichas zonas, a pesar del interés de grupos activistas para su reforestación.
“La franja que nace en las faldas del Cofre de Perote y que atraviesa municipios como Altotonga, Atzalan, y viene de zonas de montaña que por el mismo efecto del golpeteo del agua se oxigena, se purifica, y llega a la parte baja que es de Martínez hacia abajo y se estanca, además de que a esta altura recoge todas las sub cuencas y micro cuencas, aquí las que tenemos por ejemplo, es El Kilate, Chapa Chapa, María de la Torre y las segundas son los arroyos y canales que existen en colonias y comunidades lo que las hace aún más susceptible”.
Dijo que además de la contaminación de empresas otros factores que han contribuido a esta problemática es la creciente población demográfica, por lo que al ganarle terreno los asentamientos humanos a las riberas, todas las descargas se vierten al mismo.
Otro aspecto es que de ser posible se pudiese salvar aún esta situación, pues dicha cuenca no se ha industrializado como en otras zonas del Estado, en comparación con cuencas más grandes que por escala y ubicación como el Papaloapan y demás que están mayormente deterioradas, previniendo que en esta y otras zonas sería muy fácil identificar los agentes contaminantes que se vierten en los afluentes.
“Según estadísticas del INIFAP del campo experimental Ixtacuaco, esta zona es una de las zonas que más consumen agroquímicos, entonces es otro factor que se debería de sumar, entonces son varias cosas, yo no negaría que existe una contaminación de empresas pero también desgraciadamente hay que sumarle la contaminación por asentamientos humanos, por el cambio de uso de suelo y demás”.
Apuntó que incluso dicho afluente se está volviendo peligroso por la nula retención de agua que supone, y la precipitación pluvial se torna más violenta con cada lluvia, aunado a la disminución de forma alarmante y peligrosa es el agua de consumo humano, lo que sucedería en próximas décadas de seguir en este mismo tenor, ya que el agua de río, se pudiese utilizar para las actividades agrícolas pero no para uso humano que es la que se necesita mayormente.
Expuso que como política pública, los municipios que tienen una vocación agrícola deberían programar acciones en las partes donde aún se pudiese dar la reducción de contaminantes, mayormente en la parte alta de dicha cuenca y apostar en un futuro por el concepto de pago de servicios ambientales, es decir los usuarios deberían subsidiar a la parta alta de dicho afluente por simple supervivencia, aportando dichos recursos para que los campesinos o habitantes cuiden celosamente entornos como el bosque y montaña de otras zonas.
Exhortó a la población para que dentro de sus posibilidades cuide el medio ambiente con la poca utilización de los recursos naturales, así mismo, los contaminantes, además de la existencia de metas de países y estados industrializados para disminuir los focos rojos de alarma que significan este tipo de situaciones a nivel mundial, siendo un reto no solo para los gobiernos, sino para toda la sociedad, confirmó.
