* Necesarios, proyectos de gran calado que realmente reactiven la economía del campo
Facundo Bartolo Salazar
Los productores ya no quieren proyectos “cacahuateros” que tanto pregonan en las dependencias de gobierno, pero que en nada ayudan a resolver la cada vez más precaria situación del campo, donde la mayoría de la población se encuentra a nivel de supervivencia, esperando los recursos que nunca llegan a quienes más los necesitan, retrasándose de esa manera la reactivación económica del sector, señaló Renato Treviño López, en su carácter de agricultor.
Opinó que “el gobierno debería ajustar las políticas públicas relacionadas con la producción agropecuaria, dejando de lado las simulaciones, sino atacando realmente las limitaciones y carencias que frenan el desarrollo de los diferentes sectores productivos, manteniendo en bancarrota a los hombres del campo”.
Comentó que no es posible que en dependencias como la SAGARPA se hable de proyectos de 40 mil pesos para mujeres, cuando realmente se necesita mucho más dinero que realmente ayude a generar condiciones de autoempleo y producción que hagan rentable la actividad. Lamentó que de esos montos de los que se habla solamente lleguen en parte, en virtud de las “mordidas” y la excesiva tramitología que conlleva la gestión de los proyectos en cuestión.
Insistió en que se requieren en la región proyectos de gran calado, como sería la infraestructura apropiada para producir jugo de caña deshidratado y sus derivados, productos que tendrían demanda, tan solo cumpliendo las normas que exige el mercado nacional e internacional.
Precisó que para un proyecto de esa naturaleza es necesaria una inversión de alrededor de 100 millones de pesos, pero que sería una buena opción para quienes aún conservan sus plantíos de caña, en virtud del cierre definitivo del Ingenio Independencia.
Dada la situación, confió en que se darán algunos cambios en relación a la producción del campo, para lo cual se debe contar con aliados como serían los próximos diputados locales, quienes están llamados a impulsar de alguna manera el sector. Lo anterior, aun cuando en forma contradictoria, los proyectos productivos se ven frenados o suspendidos precisamente por las campañas políticas que se avecinan.
