* Esos padecimientos comienzan con el mal funcionamiento del hígado, lo cual los obliga a trabajar el doble de su capacidad
Facundo Bartolo Salazar
La mala alimentación, con exceso de carbohidratos, grasas y las toxinas que dejan los conservadores de productos enlatados pueden traer como consecuencia problemas renales, independientemente de algunos factores ambientales que pudiesen existir en comunidades afectadas por alta incidencia de casos de ese tipo como Puntilla Aldama, donde se requieren exhaustivas investigaciones, expuso Rubén Reza Montañez, presidente de la asociación civil Gestión para el Desarrollo Social de México(GEDESOMEX).
Reza Montañez, indicó, no obstante, que “los padecimientos relacionados con los riñones inician en general con el hígado graso, afectado no solamente por grasas, sino también por la contaminación externa al organismo, como serían herbicidas, pesticidas, insecticidas, baterías, lo cual fuerza al hígado a funcionar mal, estando los riñones también obligados a trabajar al doble de su capacidad”. Añadió que eso es relevante, pues es claro que el fondo del problema es el hígado, que cuenta con múltiples funciones en el organismo humano.
Indicó que la asociación que preside, ubicada en la avenida López Mateos 53 de la colonia Ejidal, ofrece estudios de resonancia magnética a todo público, y en especial a personas de la tercera edad, a cambio de una sola cuota de recuperación de 200 pesos que la mayoría de las personas pueden pagar. Esto, a diferencia de los estudios de laboratorios tradicionales, mismos que con los mismos resultados cuestan miles de pesos.
Destacó que esos servicios están ayudando a muchas personas, quienes no son atendidos adecuadamente en las instituciones oficiales de salud, dada la falta de acciones por parte de los gobiernos municipales, mismos que deberían gestionar ante los diferentes niveles de gobierno, los legisladores, la atención médica y medicamentos ante el gobierno estatal. Reconoció que quienes tienen dinero, no tienen problemas, porque pueden acudir a consultorios o clínicas particulares, pero desafortunadamente los ciudadanos de escasos recursos no pueden solventar los elevados gastos, de manera que se ven obligados a acudir a instituciones de gobierno.