La actividad agrícola ya no es rentable para los hijos de campesinos y deciden emigrar
José Miguel Bautista Hernández
Por los problemas que ha atravesado el campo de la región en los últimos años, muchos hombres y mujeres del sector campesino han decidido emigrar a otras ciudades en busca de mejorar su calidad de vida, viviéndose un éxodo rural nunca antes visto, por lo que esto está abriendo un panorama desolador para la actividad agrícola, pues su situación cada día se vuelve más difícil.
Jesús Adalberto Alvarado Andrade, productor del municipio de Atzalan, externó su preocupación por la precaria situación que atraviesan muchos de sus colegas, y es que “lo que está atravesando el campo nos duele a todos, puesto que no nada más Martínez produce limón, Atzalan es un municipio donde se tiene mucha humedad por la altura que tiene y tenemos una calidad no tan suprema pero es buena, y realmente duele ver que el intermediario (coyote), se lleve la utilidad de todos los productores”, explicó.
Lo que se necesita verdaderamente para salir de esta crisis que se atraviesa, es que el gobierno voltee su mirada hacia el campo, para que el campesino no migre a las grandes ciudades, agregando que es triste ver que las familias se desintegren por este motivo, donde muchos de los hijos de campesinos se van y se casan, dejando sus lugares de origen en busca de mejorar.
Al preguntar sobre el abandono del campo por parte de los jóvenes, respondió tajantemente que a la juventud de hoy, el campo ya no les gusta y esto es porque se han dado cuenta de que vivir de la producción de alguna huerta ya no es tan rentable como antaño, donde desgraciadamente el campo no les brinda el recurso para una vida próspera, teniendo que migrar a otras ciudades como México, Puebla o Estados Unidos.
Podemos hacer mucho por nuestro campo, pero para esto debemos hacerle frente y principalmente los gobiernos, ya que ellos tienen el recurso y se enfocan un poco más al campo.
Sobre la posible solución de estos temas, el entrevistado argumentó que para mejorar la situación por la que se pasa, se debe dar un buen precio a los productores, “de poco o nada sirven algunos programas gubernamentales, si lo que se necesita es un precio de garantía y que sean apoyados con capacitación y tecnificación, mandando ingenieros al campo para que impartan cursos de asesoramiento, pues de lo contrario el campesino no tiene la capacidad ni la preparación para salir adelante por sí solo, ya que con apoyo el campo saldría adelante, concluyó.