* No para producir azúcar, sino piloncillo y biocombustible con el desarrollo de un corredor industrial
Facundo Bartolo Salazar
Es necesario rescatar al sector cañero, pues independientemente de que el Ingenio Independencia ya no será reactivado, existen otras opciones de producción, figurando entre ellas el piloncillo y el bioetanol, opinó Arturo Galindo Levet, en su carácter de productor, explicó que inicialmente ya se producía piloncillo, pero ahora se le tendrían que incorporar innovaciones al producto, para venderlo hasta en 14 pesos el kilogramo.
Destacó que “en comparación con el azúcar, el piloncillo tiene menos merma, lo cual sería una gran ventaja, tanto para los productores, como para los industriales, traduciéndose ello en mayores utilidades”. Consideró también la posibilidad de explorar la alternativa de los biocombustibles, sobre todo ante problemáticas como la de la Ciudad de México, donde se consumen aún combustibles fósiles, ocasionando de esa forma un gran conflicto.
Anunció que el próximo 28 de mayo se llevará a cabo un foro cañero, en el que se hablará de la producción de piloncillo y de biocombustible. Indicó que en ese evento, que tendrá lugar en el auditorio de Sanidad Vegetal, se contará con la presencia de invitados a nivel nacional, incluyendo funcionarios de dependencias del rubro agropecuario.
Expresó que con la producción de piloncillo y de biocombustible sería factible conformar un corredor industrial, para el cual se cuenta con las áreas apropiadas, de manera que se debería hacer algo por la producción y la industria a nivel local. Aseveró que desde hace años no se han tenido avances en ese sentido, aparte de las empacadoras y jugueras, de tal manera que, insistió, es necesario tomar la opción del piloncillo y el piloncillo granulado, los cuales tienen una gran demanda, tanto en Europa, como en Asia, por su alto valor nutritivo.
Reconoció que Colombia ha registrado un notable desarrollo en esa industria, de manera que es un ejemplo de lo que podría emprenderse en la región, donde se cuenta con la materia prima, la gente y demás recursos, tal como ya se está haciendo en la zona de Huatusco, donde ya está en marcha un proyecto y una organización, en los que la única política es la productividad.