* Vida útil de productos se ve limitada con las altas temperaturas registradas
Miguel Bautista
Martínez de la Torre, Ver.- Luego de darse a conocer por parte de la Secretaría de Salud, que el tiempo de vida de los productos perecederos se acelera por la temporada de calor, en especial la comida preparada en comercios y que no es refrigerada, por lo que desde hace algunas semanas han estado en alerta por el aumento de quejas en este rubro, y debido a las enfermedades gastrointestinales que pudiesen afectar a la población.
Según lo declarado por las autoridades sanitarias y médicos de nuestro municipio la Protección contra Riesgos Sanitarios, recordó que durante la época de calor se presentan no solo riesgos a la salud derivados de la exposición excesiva al sol (golpe de calor, insolación y quemaduras), sino que se incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos que pudieran estar en estado de descomposición y con la proliferación de microorganismos como cólera, tifoidea, amibiasis, hepatitis A y salmonelosis.
Es debido a estas situaciones que se han establecido programas de vigilancia en los diversos rubros dedicados a la venta de alimentos para que se tenga una prevención de daños a la salud por temperaturas altas, siendo primordialmente los componentes de control y fomento sanitario los más estrictos para quienes elaboran estos productos, ya que la higiene y correcta ventilación o refrigeración son factores importantes para la prevención de las enfermedades transmitidas por alimentos.
Esta misma situación aplica para los productos perecederos, los cuales según su declaración deben estar refrigerados o congelados en su defecto; puesto que son los más susceptibles, entre ellos el conservar la carne en las zonas más frías y de preferencia consumirla antes de 48 horas de haberla comprado; la desinfección de vegetales, y observar detenidamente el consumo de quesos frescos pasteurizados, etiquetados y bien refrigerados.
Otro de los aspectos es el agua embotellada, pues se han aplicado celosos programas a plantas purificadoras, con el objetivo de que se presente de manera correcta el sellado de garrafones y botellas, apreciar que el hielo que se utilice sea elaborado con agua potable, esté limpio, sin rastros de tierra o cualquier materia extraña que pueda contaminarlo.
