El IMSS ofrece opciones de aseguramiento adicionales a la afiliación que implica una relación obrero-patronal
Facundo Bartolo Salazar
Cuando hay trabajadores que no cuentan con un patrón definido, o bien, las personas laboran en su negocio familiar, es posible adquirir un seguro que si bien es cierto es una inversión, permite cubrir los gastos de salud que resultarían catastróficos, de no contar con cobertura alguna, indicó Patricia González Corona, titular de la subdelegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Mencionó que el llamado Seguro del Trabajador Independiente permite asegurar a un titular y los integrantes de su familia, independientemente de su número, por la módica cantidad de 7 mil 500 pesos anuales. Añadió que con ello es posible también cotizar semanas para una posible pensión y en caso de riesgos de trabajo se les pagan sus incapacidades y, por supuesto, reciben atención médica en todos sus niveles. Destacó que este tipo de seguros es el más recomendado a los taxistas, comerciantes, entre otros, como los cortadores de naranja y limón tan comunes en la región.
González Corona manifestó que, dada la falta de cultura del aseguramiento, los trabajadores prefieren tener dinero en sus bolsillos que adquirir un seguro de salud. Sin embargo, advirtió que al presentarse un accidente o una enfermedad no prevista los gastos pueden elevarse de tal forma que rebasan cualquier cantidad que pudiera ahorrarse. Dijo que en ese ámbito el IMSS ofrece opciones como el seguro voluntario, independientemente de que promueve la afiliación de los trabajadores cuando hay una relación obrero-patronal.
Mencionó que la dependencia tiene conocimiento de un buen número de establecimientos que son de tipo familiar, por lo que recomendó para esas situaciones cuyos servicios son prestados a diversos patrones, la contratación del seguro voluntario como el seguro de salud para la familia. Apuntó que se contrata por cada integrante de la familia, cuyos miembros de 0 a 19 años pagan mil cien pesos, mientras que de 60 años en adelante cada persona paga tres mil 800 pesos.
Explicó que existe también el seguro del trabajador doméstico, sabiendo que en algunos casos, quienes ayudan en los quehaceres del hogar corren el riesgo de sufrir accidentes comunes en esas labores, sobre todo caídas. Comentó que en tales casos algunas personas se conforman con que sus patrones les paguen medicamentos y atención médica. Sin embargo, señaló que otros han demandado a sus patrones al argumentar que a pesar de su antigüedad nunca les dieron seguro social, lo cual es una obligación. Precisó que ese seguro cuesta también 7 mil 500 pesos y de hecho cubre hasta el servicio de guarderías para las trabajadoras, además de todas las prestaciones de ley.
