- El neoliberalismo se comienza a derrumbar en su propia cuna, por prácticas que han afectado al mundo
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- La devaluación del peso mexicano a causa de la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea no afectaría a los más pobres, sino a los dueños de los grandes capitales, quienes especulan en forma criminal con la miseria de las mayorías, amparados en la corriente económica del neoliberalismo que al parecer se está destruyendo con sus propias acciones mal encaminadas, lo cual se refleja precisamente en el citado fenómeno que tiene repercusiones de nivel internacional, opinó Arturo Galindo Levet, en su carácter de ciudadano observador y crítico.
Expuso que “en estos momentos los dueños del dinero dicen que nos irá muy mal, que la libra se está cayendo y también el peso, pero eso es pasajero; nos están espantando con el petate del muerto, porque esos acontecimientos podrían traer más beneficios que perjuicios a la humanidad, incluso a los productores que tendrían mejores ingresos por sus cosechas”. Dijo que en contraparte, los grandes capitalistas huirán de las economías emergentes hacia las más seguras como Alemania, Japón y Estados Unidos. Añadió que no saldrán de Gran Bretaña, pues siempre ha sido un país un tanto independiente.
Galindo Levet consideró que “las aguas van a alcanzar su nivel, siendo los mencionados fenómenos de beneficio para millones de personas, quienes de alguna manera van a romper con el esquema neoliberal, mismo que implica la salvaje concentración de la riqueza en unas cuantas manos frente a la miseria de las mayorías. Y aun cuando reconoció que no todo es malo en el neoliberalismo, la aplicación de esa corriente económica, nacida precisamente en Gran Bretaña, ha hecho mucho daño a millones de personas en el mundo.
Recordó que en México, el neoliberalismo obligó a vender todas las paraestatales como ferrocarriles, satélites, petróleos, energía eléctrica, ingenios azucareros y teléfonos, siendo esas las instrucciones de organismos como el Banco Mundial. Apuntó que todos esos bienes son absorbidos por los grandes capitales para su explotación, lo cual ha sucedido en otros países como Argentina, y pasará en Brasil, Venezuela y otros países emergentes.
