- Podrían agravar su ya precaria situación económica, con deudas impagables
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Las familias deben tener cuidado con las ofertas engañosas de crédito, pues con ello, lejos de beneficiarse, podrían agravar su ya precaria situación económica, con deudas impagables, mismas que definitivamente son una esclavitud, sobre todo para las familias con menos recursos económicos, sostuvo Alejandro Tapia González, presidente de la asociación civil Mujeres y Hombres en busca de una Vida Mejor.
Señaló “las casas de empeño, las financieras y los bancos hasta invitan a las personas a solicitar préstamos con todas las facilidades posibles, pero desafortunadamente los problemas llegan después, cuando tienen que pagar con intereses a tasa variable poniendo en riesgo el patrimonio que tengan”. Comentó que es solamente un espejismo tener de momento una cantidad de dinero en las manos, para gastarlo inmediatamente y en adelante tardar meses o incluso años para terminar de pagar las deudas.
Expuso que en esta temporada en que la economía se encuentra muy deprimida a causa de las bajas ventas del comercio, la caída en los precios de los cítricos, el reciente gasolinazo, el incremento en la tarifa de energía eléctrica, así como los bajos salarios, resulta muy escaso el circulante y por ende las familias pasan grandes penurias para resolver incluso sus necesidades básicas, por lo que deben tener cuidado de no endeudarse y así empeorar su situación, viéndose obligadas a hacer pagos que nunca terminan ante las casas de empeño, las financieras e incluso los bancos que también ofertan préstamos impagables.
Tapia González insistió en que, dada la precaria economía que prevalece, es muy difícil para los ciudadanos en general contar con ahorros que les permitan sufragar imprevistos en forma desahogada, e incluso tienen preocupación en relación a sus gastos diarios. Recomendó que ante esas situaciones, es preferible buscar otro tipo de ayudas, pero no endeudarse, pues es claro que de esa manera el sufrimiento es mayor, tratándose de deudas impagables.
