Facundo Bartolo Salazar/Martínez de la Torre.- Las regidurías heredadas no benefician a los ciudadanos, sobre todo a los más necesitados, quienes en su momento tienen la necesidad de recurrir a estos funcionarios, tal como lo demuestra el regidor segundo de la actual comuna, Gabriel Ruiz Flores, quien prácticamente nunca es visto en su oficina en los bajos del Palacio Municipal. Es cierto que en ese espacio atiende una secretaria, pero desafortunadamente, no tiene capacidad de decisión para los asuntos que le son planteados al edil, quien además de heredar la regiduría de su hermano Alfredo Ruiz Flores, heredó también a la secretaria, quien da la cara por el actual regidor, al igual que lo hacía con el anterior, quien tampoco se podía encontrar en su oficina.