Los derechohabientes no deben exigir en el IMSS porque no es particular, refieren trabajadores
Rocío Ramírez
Una vez más los derechohabientes se quejan del inhumano servicio que ofrecen algunos empleados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS ), ya que para atender a los pacientes que llegan a urgencias tardan horas, expresando los trabajadores de la clínica que los derechohabientes no deben exigir, porque no es una clínica particular.
En dicha situación se encontró el señor José Luis Valdivia, quien llegó alrededor de las 20:00 horas al departamento de Urgencias del IMSS, con heridas en los brazos y cara debido a una caída, sin recibir atención de primeros auxilios.
Después de dos horas de no recibir atención, porque había más pacientes en espera, el paciente refiere que en cuanto salía alguno del consultorio, no llamaban enseguida al próximo paciente, por lo que la espera se hace eterna, el señor de la tercera edad con el malestar y dolor tuvo que solicitar la atención de manera directa con el doctor.
Sin duda alguna, no es el único caso de falta de atención, ya que ese mismo día había dos menores de edad con vómito y diarrea, los cuales tuvieron que esperar más de 3 horas para ser atendidos, pero en el caso de uno de ellos, su mamá decidió llevárselo a un doctor particular, por la desesperación de ver mal al menor y sin atención pronta.
La señora Margarita López expresó que al acercarse a administración hospitalaria, donde se supone dan la información verídica, tuvo que esperar alrededor de 20 minutos en lo que llegaron las enfermeras, posteriormente al cuestionar el porqué no avanzaba el turno de los pacientes que van a urgencias y el porqué no se les daba una atención previa a la consulta, la respuesta de la enfermera fue “Solo hay dos médicos y van atendiendo lo más rápido posible y si tiene alguna queja o pregunta, tóquele la puerta al doctor”, esto de forma despectiva.
Otra más de ese mismo día, fue por parte del ginecólogo de apellido Vaca junto a la enfermera que atendieron el parto de una mamá primeriza, a la cual le cuestionó su vida personal y al esposo de la susodicha le dijo “que no tenía que exigir porque no era una clínica particular”.
Dichas situaciones, aseguran los derechohabientes son “el pan de cada día”, por más que se dice que cambiará el trato a los pacientes, expresan que sigue igual. Por esta situación, los derechohabientes solicitan al director de la clínica tome cartas en el asunto, “pues si bien no es una clínica particular, el trato digno no se le debe negar a nadie”, aseguran.