Ante los cambios de clima tan atípicos que se dan en la región
Facundo Bartolo Salazar
Resulta indispensable la cultura del aseguramiento de huertas citrícolas, sobre todo de limón persa, al tomar en consideración los cambios atípicos del clima, mismos que causan estragos sobre las inversiones realizadas por los productores y sus cosechas, ya sea con lluvias e inundaciones o sequías inesperadas, expuso el licenciado Francisco Robledo Fernández, director del Fondo de Aseguramiento Agrícola del Trópico (Fasat) en esta ciudad.
Consideró que deben sumarse autoridades estatales y representantes ejidales para promover la cultura del aseguramiento de huertas. Dijo que en ese ámbito se han sostenido reuniones con Gobierno del Estado, instancia con la que, no solamente se ha fomentado el fondo de aseguramiento para cítricos, sino también para la papa, el sistema producto chayote, mango, piña, entre otros.
Mencionó que desafortunadamente, es muy difícil acercarse a los productores, pues ellos ven la compra de un seguro para sus huertas como un gasto, más no como una inversión. Argumentó que cuando los integrantes del sector dejen de lado esas ideas y hagan conciencia de que un seguro es una inversión, seguramente cambiará la situación en el campo.
Robledo Fernández indicó que los fondos de aseguramiento son instrumentos eficaces contra los factores de riesgo climatológicos, y aun cuando reconoció que hablar de fondos de aseguramiento en el sur-sureste es algo nuevo, en el norte y noreste, el asunto es un tema muy común. Añadió que dicho fondo es una empresa aseguradora de los propios productores, siendo una agrupación con la cual mediante el pago de una cuota o seguro quedan cubiertas las huertas o predios de determinados cultivos, en su caso cítricos, contra factores de riesgos climatológicos. Especificó que el nivel de suma asegurada la determina el propio fondo o el productor, quien puede solicitar el aseguramiento de la inversión de la huerta de limón, que es de 15 mil pesos al año, a un costo de 300 pesos, precio que incluye también un micro seguro de vida.
Apuntó también que en el caso de la naranja, una suma asegurada de 6 mil 500 pesos tiene un costo de 160 pesos, siendo ese el monto mínimo, el de la inversión aplicada en huerta. Sin embargo, el entrevistado indicó que también hay seguros a la cosecha esperada, o bien, el precio pactado de venta, entre otras variedades. Recomendó, no obstante, que los productores no deben conformarse con recuperar su inversión ante un factor de riesgo climatológico, sino que deberían contratar el seguro de cosecha esperada, el cual permite recuperar el valor de la fruta.
Por supuesto, comentó que un seguro puede ser un traje a la medida para los productores, ante quienes algunos pueden decidirse por una cobertura contra sequía, inundación, o bien huracanes, al citar casos como el huracán Dean que causó gran alarma, siendo muy larga y peligrosa para la región la temporada de esos fenómenos climatológicos. Pero expresó que normalmente se manejan paquetes completos que cubren contra todos esos fenómenos.