El encargado no muestra preocupación alguna por ir más allá de sus deberes
Facundo Bartolo Salazar
María Antonieta Cornejo Carmona, en su carácter de derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), denuncia ante este medio la mala atención por parte del responsable de la farmacia, quien se comportó de forma irresponsable cuando acudió a surtir una receta para su esposo, quien padece afecciones cardiacas.
Al acudir a la Clínica 28 del IMSS, se encontró con el problema de que no había en existencia los medicamentos necesarios para el tratamiento. Añadió que surtir la receta sería muy caro en una farmacia particular, por lo que insistió en la del IMSS para que buscaran opciones de conseguir los medicamentos en cuestión, sin verse obligada a desembolsar una buena suma de dinero.
Señaló que desafortunadamente, se encontró como es común con la actitud negativa del encargado de farmacia, quien se negó a buscar opciones viables para surtir el medicamento requerido, negándose a notificar lo propio con el encargado de abastos y teniendo como excusa que “nada podía hacer y que la propia derechohabiente debía entrevistarse con Fernando Martínez Cabrera para resolver el problema”.
Dada la situación, Cornejo Carmona reconoció que haría hasta lo imposible por conseguir medicamentos para su esposo o cualquier otro integrante de su familia. Sin embargo, consideró que es también el deber de los trabajadores de la Clínica 28 del IMSS coordinarse para resolver los problemas, en lugar de dar excusas a los derechohabientes. Lo anterior, demostrando que no les interesa más que ganar su sueldo en la forma más cómoda posible, sin problemas y sin mostrar respeto alguno por el dolor o la vida de las personas.
Al tiempo en que mostró su rechazo a ese tipo de personas que no saben cumplir con su deber, celebró que haya personas como Fernando Martínez Cabrera, quien haciendo a un lado la burocracia, se sale incluso de las reuniones para dar prontas soluciones en el abasto de medicamentos. María Antonieta Cornejo Carmona comentó que esas personas son escasas, pero las hay para fortuna de los derechohabientes del IMSS, pues en los diferentes departamentos es posible encontrar algunos hombres y mujeres que si se comportan amables y serviciales, reflejando una profunda calidad humana y del cumplimiento del deber, en contraparte con la mayoría, pues hay quienes se sienten dueños de la clínica del IMSS.