No a cualquiera le gustaría ser socorrista
Tienen que sacrificar a la familia y recibir hasta ofensas de la población
Brenda Pérez Aguilar
Después de haber tomado el curso “Seis Acciones para Salvar una Vida” y ser testigo de cómo paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, delegación Martínez de la Torre atendían a un familiar, Gerardo Silverio Moreno Flores, quien ahora ya tiene 12 años como socorrista en esta institución, explica que después de esa vivencia le nació la inquietud de saber qué hacer en caso de una emergencia médica, por lo que se unió a la familia de esta institución y quiso prepararse para servir a los demás.
“Me nació la inquietud de saber qué hacer en caso de una emergencia médica, el cómo ayudar a una persona que está en desgracia en la vía pública e incluso en el hogar. Hace dos semanas pasé un trago amargo de atender a un familiar, quien sufrió un problema cerebral y me tocó a mí precisamente ser el primero en brindarle la atención prehospitalaria y trasladarlo al nosocomio, aunque desafortunadamente él ya no está entre nosotros”, expresó.
Cuando uno se enfrenta a una emergencia como la antes señalada y debe atender a un familiar, remarcó que son muchos los sentimientos encontrados, la impresión de ver al familiar tirado, con sangre al grado de bloquearse totalmente como el resto de la población, pero en cuestión de segundos reaccionan y se concentran en su protocolo para evaluar al paciente y actuar de forma inmediata, darle la atención prehospitalaria y trasladarlo inmediatamente.
El caso que más lo marcó
Hace menos de ocho meses, recordó que le tocó atender a una infante de aproximadamente 4 o 5 años, al recibir la llamada de emergencia les indicaron que estaba inconsciente, pero al hacer la evaluación de la pequeña y la exploración física se dieron cuenta que se trataba de un caso de abuso de infante, lo que fue algo muy fuerte, porque les genera una sensación de impotencia, rabia y coraje.
Posteriormente, al llegar al hospital, se la entregaron al médico de guardia, se le explicó el caso, donde ya entró trabajo social y se encargó de dar parte a las autoridades para darle el seguimiento al caso y la niña fue enviada al Centro de Especialidades Médicas, debido a que su caso era grave y presentaba traumatismo craneoencefálico.
Los pacientes geriátricos
Los pacientes geriátricos, son más delicados, porque tienen que tratarlos con mucha paciencia y cariño, porque a veces hay ancianitos que están en el abandono total y necesitan del apoyo moral y desgraciadamente se sienten desprotegidos y se debe asumir el papel del hijo o nieto para brindar el apoyo en el servicio médico que requieren.
Lo sacrifican
El tiempo con su familia es lo que tienen que sacrificar, porque a veces le dicen que pasa más tiempo en Cruz Roja que con la familia, pero no es nada fácil ser socorrista, estar en esta institución, porque no cualquiera le gustaría recibir una ofensa, gritos o agresiones físicas de la población.
“Cualquier persona diría que jamás estaría aquí, sin embargo ser socorrista, ser Cruz Roja es algo que lo llevas en la sangre y nos nace estar aquí, es algo humanitario que ya traemos”, refirió Moreno Flores.
De cada 10 pacientes, uno le dice GRACIAS por haber ayudado a su familiar, pero a final de cuentas es algo que no se esperan, porque su mayor conformidad es que a su paciente se le brindó la atención prehospitalaria, llegó con vida al hospital y se encuentre bajo la responsabilidad del médico.
Llamadas de broma
Debido a las llamadas de broma, que muchas veces generan el retraso de los servicios, pero también pudiera ser porque están atendiendo otra emergencia, lo que genera la molestia de la gente y les reprochan la demora o que para eso piden dinero en la colecta anual, sin embargo los socorristas se tienen que poner un escudo para no hacer caso y atender al paciente inmediatamente, pero sin embargo no los culpan.
De no haber sido socorrista
“El ayudar al prójimo es algo que traemos en la sangre, es algo que se da, de haber sido posible, hubiera estudiado medicina, pero por el momento aquí continúo y la atención prehospitalaria es lo que me gusta y espero seguirme preparando en esto. Actualmente soy técnico en urgencias básicas y me seguiré preparando para seguir ayudando a más personas”, anexó.
Para finalizar, invitó a todas aquellas personas que quieran ser parte de Cruz Roja a que se acerquen; donde las puertas siempre estarán abiertas para ser voluntarios, donde le brindarán todo el apoyo y la información necesaria.