-Pura simulación el respeto a la cultura de integración de la discapacidad en el municipio
-La falta de reglamentación es un asunto pendiente de esta administración, pues en más de seis meses no se ha aprobado ninguno hasta el momento que beneficie a algún sector de la sociedad
Por Miguel Bautista
El deterioro que presentan los juegos para personas con capacidades diferentes en el municipio es más que notorio, y es que desde su instalación la simulación por mantener el respeto a la cultura de integración de dichos ciudadanos es nula, solapado por las autoridades e instituciones encargadas de proteger a este sector, ya que son solo simulaciones las actividades y acciones que se promueven.
Ángela García, madre de familia de un niño con discapacidad, señaló que lamentablemente pocos son los que tienen acceso a este tipo de juegos, pues los ciudadanos ya han dañado los mismos, a pesar de que de manera incesante se ha pedido que se respete este tipo de espacios pensados exclusivamente para los pequeños con alguna capacidad diferente.
Desde su instalación se ha venido evidenciando cuando los infantes alentados por sus padres se suben a dichos juegos sin tener alguna discapacidad, y de la misma manera los padres permiten esta situación e incluso la toleran, dando como resultado que hoy en día dichos juegos ya presenten daños y que muy poco haya durado el gusto para infantes con capacidades diferentes.
En este sentido, también opinó que no solo es esta situación por la que atraviesan, sino por la nula cultura de respeto hacia los mismos, pues para las personas con discapacidad; trasladarse es todo un desafío, en resumen, este sector de la población se enfrenta cada día a pendientes en accesibilidad en sistemas de transporte. Falta de elevadores, rampas mal hechas, aceras invadidas e indiferencia de la gente, que son el día a día de la población con problemas físicos de movilidad.
Señaló que la falta de reglamentación pudiera ser una de las causales por las que se agudizan estas problemáticas, pues por más reglamentos que se publiquen, si la gente no los respeta, no se puede hablar de inclusión; “seguimos viendo que se estacionan en los cajones exclusivos, o frente a rampas de banquetas”, resaltó, por lo que insistió en la importancia de visibilizar a quienes tienen algún problema físico, mental, auditivo o del habla, ya que tienen los mismos derechos para desarrollarse en la vida diaria que la población en general.