-Robos a los locatarios y malos tratos por parte de Marte Arturo Ramírez, administrador, son denunciados por comerciantes
DE LA REDACCIÓN
La administración del mercado municipal “Rosendo Topete Ibáñez” ha dejado mucho qué desear debido al pésimo desempeño de Marte Arturo Ramírez Sota, responsable del centro de abasto, pues los mismos locatarios ya explotaron contra el administrador que designó Pepe de la Torre, de quien se dice no ha hecho nada en su estadía al frente del mismo y solo ha tratado mal a los locatarios que ahí se encuentran laborando.
Los comerciantes quejosos, dijeron que los robos al interior del mismo no es la primera vez que ocurren, pues en plena luz del día o en la noche se dan entre los usuarios o los mismos locatarios, esto por desidia del administrador que no pide policías para esta área o que mantiene las puertas abiertas desde temprana hora y descuida gran parte de las mismas.
Ahorita en lo que va de la administración es un microondas y el ventilador de Manuel (dirigente de tablajeros al interior del mercado), pero como quiere quedar bien con el jefe, no hizo conflicto, si hay un policía está parado pero por allá por “SUPER G”, acusaron.
Dijeron que nadie se encarga de velar por los intereses del mercado municipal, incluso a tal grado de supuestamente arreglar los baños, cuando nada más se les está dando una manita de gato, misma que hacen, dándoles una capa de pintura al baño de damas incluso teniéndolos activos, es decir que quienes trabajan en este tema podrían agredir a las mujeres que acuden a realizar sus necesidades a los mismos.
Denunciaron que incluso las dirigencias se encuentran frías y pasivas ante la ola de anomalías que ahí circulan, por lo que podrían en breve manifestarse para que destituyan de su cargo a Marte Arturo Ramírez Sota, que anteriormente había señalado en entrevistas que se haría una revisión y liberación de pasillos en dicha área, pero además una mejora en el mercado municipal sin que hasta el momento se haya visto ninguna de estas promesas, que sirvieron únicamente para engañar a los comerciantes que ahí trabajan.
