8 de Febrero de 2025
 

Tradiciones y respeto a símbolos patrios en decadencia

-Responsables los propios ciudadanos, padres de familia, y el sector educativo, concretamente los maestros

Por Facundo Bartolo Salazar

Está latente la pérdida de tradiciones y respeto a los símbolos patrios, de lo cual son responsables los propios ciudadanos, padres de familia, y el sector educativo, concretamente los maestros, reflejándose esa situación en la baja venta de adornos alusivos a septiembre, el mes de la patria, señaló Gerardo Zapata García, secretario de organización de la Federación de Comerciantes de la CROC.

Reconoció que “efectivamente, la gente está muy desgastada con los gastos del regreso a clases, pero en el caso de los adornos de este mes, los hay de todos los precios, principalmente banderas de diferentes tamaños, cornetas, papel picado, pero lo que hace falta es querer tener esas cosas en casa”. Es por ello que es necesario pugnar porque no se pierda el respeto por lo que simboliza a México, los diversos adornos tricolores, pues de lo contrario se pierde también la identidad de las personas, de manera que no se refleja el amor al país en el que se habita.

Mencionó que, es cierto, muchos ciudadanos sienten que la situación del país es muy difícil, e incluso están dispuestos a emigrar al país del norte, donde consideran que todo es mejor. Sin embargo, opinó que se está viviendo el momento justo de valorar lo que México tiene y es valioso, para tomarlo como base y seguir adelante en forma digna.

Sostuvo que para mejorar la situación se debe valorar el sacrificio de quienes hicieron la independencia y todos los sucesos históricos, pues aun cuando la herencia que dejaron los grandes héroes a las futuras generaciones se encuentre un tanto agotada, sería positivo recuperar algo de todo eso. Zapata García destacó que esa herencia histórica y cultural está representada por los símbolos patrios, los cuales en la forma de los adornos del mes de septiembre pueden llenar de fervor patrio tanto espacios públicos como familiares.


Lo último en el Heraldo