-Siguen pidiendo cuotas los comités de padres de familia, sin que esos recursos se reflejen en mejoramiento
Por Facundo Bartolo Salazar
Padres de familia están cansados de los abusos en escuelas, pues en los diferentes niveles educativos siguen pidiendo cuotas los comités de padres de familia, sin que esos recursos se reflejen en el mejoramiento de los inmuebles que albergan a las instituciones.
Los quejosos, quienes omiten sus nombres para evitar represalias contra sus hijos, reconocieron que la situación económica que prevalece en los diversos ámbitos es muy complicada, por lo que es justo contribuir en las escuelas de sus hijos. Sin embargo, insistieron en que el dinero recabado se debe aplicar en obras indispensables, y no tener destino dudoso, como sucede en la mayoría de los casos, estando para ello coludidos directores, maestros y comités de padres de familia.
Desafortunadamente, lamentaron que difícilmente la mayoría de los padres de familia se atreven a denunciar irregularidades en el manejo del dinero en las escuelas de sus hijos, principalmente para no afectarlos, pues temen que los directivos los señalan de alguna manera. Independientemente de eso consideraron necesario denunciar ciertos abusos, pues resulta que descaradamente entregan dinero a supervisores escolares, cuando ellos tienen sus sueldos y no tienen que ver directamente con las labores cotidianas de las escuelas.
Asimismo, dijeron estar en desacuerdo con que los maestros se sientan dueños de las instituciones educativas, y de todo quieran sacar dinero, y al final nunca dan cuentas claras de su aplicación. Pidieron la intervención de autoridades educativas superiores para que sancionen acciones fuera de la ley, en relación a las instituciones educativas.
Se pronunciaron los inconformes a favor de que, como tradicionalmente se hacía, se debe convocar a una reunión a los padres de familia, y si hay dinero producto del cobro de inscripciones y demás, entonces se deben acordar las obras que se deben llevar a cabo, para beneficio de cada escuela. Lo anterior, en lugar de que tales recursos terminen en cuentas personales de directores, maestros o integrantes de los comités de padres de familia.