-De doctores y enfermeras en el Hospital General “Manuel Ávila Camacho” de Martínez de la Torre
Por Brenda Pérez Aguilar
La falta de medicamentos y doctores son dos de los graves problemas que enfrenta el Hospital Civil de este municipio, pero sobre todo la falta de sensibilidad del personal que ahí labora.
A decir de varios quejosos, quienes prefirieron omitir su nombre, cada vez que se ven en la necesidad de llevar a un paciente a urgencias, tienen que esperar para ser atendidos pero también a que llegue el galeno, mientras que las enfermeras se la pasan platicando o viendo su celular.
“Yo llevé a un familiar con un dolor, pero como no había doctor en la noche, tuvimos que esperar dos horas en urgencias haciendo fila, porque también había otras personas, pero preferí llevar a mi paciente a una clínica privada que esperar a que se me pusiera peor”, remarcó.
Es triste, destacó, ver que en un hospital en las noches no hay doctores, pues aunque algunas personas que tienen la posibilidad de llevar a sus enfermos a una clínica privada lo hacen, -no lo piensan dos veces-, pero lamentablemente muchas familias no cuentan con los recursos necesarios y se ven obligadas a esperar a que lleguen los doctores aunque literalmente se estén muriendo.
“Ojalá y los directivos pongan más atención y se den una vuelta en la noche al hospital para que vean la atención que se brinda y contrate tanto a enfermeras como a doctores y especialistas realmente comprometidos con su trabajo, porque los doctores tienen hasta tres trabajos, en el seguro, hospital y en su consultorio particular, por lo que siempre llegan tarde al hospital”, recalcó el quejoso.
En las noches, comentó, muchas personas de buen corazón, les llevan alimentos a los familiares de los pacientes y hasta al personal del mismo hospital, porque estas personas de buen corazón no hacen discriminación alguna y les brindan un vaso de atole, agua o torta, por lo que entonces, las enfermeras y galenos, también deberían de comprometerse con su trabajo y cumplir con su horario laboral o bien quedarse con un solo trabajo para no quedar mal con los pacientes, porque no van por gusto, sino por su salud.