Por Miguel Bautista
Totalmente rebasadas las autoridades de Protección Civil, municipales y el administrador del mercado municipal Rosendo Topete Ibáñez es como han evidenciado algunos locatarios que siguen exigiendo a estas, se liberen los pasillos de esta central de abastos, pues representa un riesgo para los mismos consumidores el que algunos vendedores obstruyan las salidas del lugar.
En este sentido, no es la primera vez que se hace este reclamo al cual todas las autoridades han hecho oídos sordos, pues incluso el avasallamiento del comercio informal en sus alrededores es prácticamente un dolor de cabeza para quienes gobiernan en la actualidad, y es que lejos de mejorar como se prometió desde principios de año se ha empeorado en este sentido, nuevamente se han invadido pasillos, banquetas y a pesar de que los vendedores mantienen la idea de que el inmueble es funcional, a simple vista es posible constatar el deterioro que ha sufrido el mercado a lo largo de casi medio siglo.
Las llamadas revisiones y supervisiones solo han sido un engaño, peor aún solo se han hecho reparaciones menores en el inmueble, pues durante la última década, el edificio ha tenido diversas rehabilitaciones; pero más allá de un mantenimiento integral, se han dado sólo reparaciones menores y "manitas de gato", sin acciones de apuntalamiento y reforzamiento de la estructura, por lo que en caso de un siniestro se augura una situación catastrófica, además de que siguen los mismos vicios.
El mercado municipal luce saturado, los pasillos y entradas principales permanecen atiborradas con puestos de diversos giros, peor aún, los mismos locatarios se han pasado por el arco del triunfo las delimitaciones marcadas, por lo que lo mismo se pueden encontrar, rejas, mesas bancos, verduras, y todo tipo de mercancías que no permiten que la clientela haga sus compras de manera ordenada.