-Lo más seguro es que todo ello se extienda durante décadas, sin que ningún invasor sea dueño legítimo
Por Facundo Bartolo Salazar
Sigue estancada la solución del conflicto en la colonia Los Olivos de esta ciudad, y lo más seguro es que todo ello se extienda durante décadas, sin que ningún invasor sea dueño legítimo del espacio que habita, y sin que realmente haya consecuencias legales para quienes resulten ser infractores de la ley, vaticinan habitantes de dicho asentamiento humano, adoptando lo mismo tranquilidad que preocupación, en su caso, por la falta de certeza jurídica de su patrimonio.
Los declarantes no descartaron la posibilidad de que los invasores de Los Olivos tengan tanta suerte como los de la llamada colonia Azucarera, donde nunca se ha concretado un desalojo, y por lo tanto cualquier invasor del lugar sigue en posesión de lotes e incluso casas, sin que enfrente la acción de la justicia, o por lo menos pague sus respectivos espacios a los legítimos dueños, o bien negocie con ellos las condiciones para que eso suceda.
Consideraron que ese es un panorama ideal para los que están acostumbrados a lo mal habido, pues siguen pasando los años y nunca pasa nada realmente, por la irresponsabilidad de las autoridades que, tal parece, prefieren colocarse del lado de delincuentes. Eso significa que pueden existir escrituras, como en el caso de la colonia Azucarera, a favor del sindicato azucarero, pero aun así, no se han ejecutado acciones definitivas.
Insistieron en que la situación es parecida a la colonia Los Olivos, donde la empresa Diseños y Edificaciones Link ha demostrado fehacientemente que es dueña de ese predio, con todo y las viviendas ahí asentadas, pero desafortunadamente se antoja muy complicado efectuar un desalojo de las personas que se niegan a desocupar las casas que tienen en posesión. Apuntaron que simplemente los invasores continuarán en su actitud caprichosa y quizá se harán los mártires, pero desafortunadamente las autoridades no harán gran cosa, interponiendo argucias de todo tipo.
Pusieron de ejemplo los inconformes al predio Río Chico, donde también hay un propietario que puede comprobar su personalidad jurídica con sus escrituras en mano, pero eso tampoco ha sido suficiente para que las autoridades metan en cintura a esas personas que hacen y deshacen en un espacio que no es suyo y que no han pagado, o bien, están pagando a quien no es el dueño. En esos casos, naturalmente, siempre hay líderes beneficiados, como en el citado caso María del Carmen Vázquez Bonilla, apodada “La Chiltepina”, a quien no se le ha concretado ni siquiera una orden de aprehensión.