Aunque es mes del testamento, no me conviene heredar, dice padre de familia. Los hijos perderían el poco patrimonio que costó mucho esfuerzo formar a través de los años
Facundo Bartolo Salazar / Martínez de la Torre, Ver.- “Aunque es mes del testamento, no me conviene heredar”, expresó Armando Villa Salas, padre de familia quien por diferentes razones tiene la impresión de que sus hijos perderán el poco patrimonio que logró formar a través de los años, en caso de que les deje algo a su nombre, pues de todas maneras podrían tener problemas.
Relató que “siempre trabajé pensando en darle una mejor vida a mi familia y dejarles algo a mis hijos, pero al paso del tiempo estoy cambiando de idea, porque al menos mi hija, al casarse podría ser despojada por el marido, y mi hijo vendería lo que yo le deje y perdería todo en meses”. Añadió que la juventud actual es muy inestable, y resulta muy difícil confiar en que un patrimonio pueda crecer para beneficio de los hijos y nietos.
Villa Salas consideró que, en virtud de su situación personal, ha decidido vender sus terrenos y con el poco dinero que pueda guardar hacer alguna inversión que le reporte beneficios en vida, sin pensar en dejar herencias que no representarían ningún futuro. Reconoció que eso parece contradictorio, pero desafortunadamente, hay casos extremos de familias en las que al heredar en vida, los hijos en algunos casos son capaces de desalojar de sus casas a sus propios padres, de manera que un testamento no implicaría un verdadero orden en relación a los bienes de una persona.
Insistió que en su caso, las personas mayores podrían optar por disfrutar algo de lo que pudieron lograr en toda una vida de trabajo, porque quizá heredarlo no les dejaría mayores satisfacciones, sino que, por el contrario, significaría decepciones, al ver que los hijos no valoran el esfuerzo aplicado para hacerse de un modesto patrimonio que en meses puede quedar en la nada.