FRIDA JUÁREZ, ENVIADA/EL UNIVERSAL
BOLONIA, ITALIA.- Las angustias de los adultos se han infiltrado hasta las páginas de los libros infantiles y juveniles. La Feria del Libro Infantil de Bolonia, al ser el encuentro principal donde las editoriales infantiles de todo el mundo presentan sus mejores apuestas, se convierte en el termómetro para medir las tendencias de libros infantiles y juveniles, y en este año destacaron los libros políticos para niños.
Entre ilustraciones sobre mascotas, dinámicas del hogar, juegos y aventuras con la familia, destacan las imágenes de una niña en un sube y baja entre misiles, niños junto a tanques de guerra que están en un carrusel que idealmente debería tener caballitos y una niña con su perro enfrentándose a una bota militar. La ilustración forma parte de la serie ¿Podremos volver a jugar?, que hizo la ilustradora nicaragüense Lonnie Ruiz. Así como en la ilustración, el tema de la guerra está presente entre libros y cómics, como en Seguo il filo, un libro bilingüe en árabe e italiano de la escritora palestina Ala’Kraman y la ilustradora siria Haya Halaw, que aborda la migración por guerra, tema que también se plantea en Genealogía, de María Teresa Andruetto y Santiago Guevara. El escritor portugués António Jorge Gonçalves da un ejemplo a los niños de lo que es vivir bajo una dictadura en el libro Dita Dor, con el que ganó el premio BolognaRagazzi Awards en la categoría de cómic. Mientras que abundan las opciones de libros para explicar a los niños qué es la democracia, como se hace en E se fôssemos a votos?, de Luísa Ducla Soares. La protesta se aborda en los libros O protesto, donde Edoarda Lima cuenta cómo protestar para exigir acciones en contra del cambio climático, mientras que el himno de protesta contra el fascismo Bella Ciao se recupera en un libro ilustrado por Paolo Cardoni.
En la industria editorial infantil, estos temas son considerados "tabú". Por mucho tiempo se pensó que estos temas adultos y complejos eran algo que no sólo no compete a niños y jóvenes, sino que no lo entenderían. Hoy se piensa distinto. "No hay jerarquía entre niños y adultos, estamos aquí todos experimentando la vida y la condición humana", dice en entrevista Sydney Smith, ganador del Hans Christian Andersen 2024 en la categoría de ilustración, el premio más importante en la literatura infantil.
HISTORIAS DE GUERRA
El 2024 fue considerado por la Unicef como uno de los peores años en la historia para los niños que viven en zonas de conflicto: "Más de 473 millones de niños y niñas —al menos 1 de cada 6 a nivel mundial— viven actualmente en zonas afectadas por conflicto". Es por eso que escritores de literatura infantil y juvenil ya no pueden darse el lujo de voltear la vista a otro lado.
"Es importante hablar de estos temas porque es necesario sensibilizar a todas las generaciones. Los niños deben entender los peligros y límites. La política debería ocuparse de la organización de la vida y a los niños hay que explicarles eso", dice a EL UNIVERSAL Igort, historietista italiano que escribe y dibuja sobre la guerra en Ucrania y Rusia.
En 2024 publicó How War Begins, un libro en el que reúne testimonios ucranianos de cómo comenzó la invasión rusa de 2022.
"Busqué testimonios, me interesaba reunir testimonios de personas comunes que veía en la calle, sobre cómo lo vivieron. Me interesaba contar lo que pasaba alrededor de las noticias, la vida cotidiana, contar el miedo. Son historias importantes que vale la pena contarlas, porque como decía Stalin, 'un millón de muertos es una estadística, un muerto visto de cerca es una tragedia’", agrega Igort sobre lo que busca comunicar en sus cómics dirigidos a adolescentes.
Haya Halaw, ilustradora de Seguo il filo, cuenta que el haber huido de la guerra fue la experiencia que la conectó con la escritora palestina Ala’Kraman para colaborar, pues ambas, al igual que muchos niños, experimentaron la complicada relación con su hogar, al que extrañan, pero también saben que no pertenecen porque ahí no crecerán.
"Le debemos todo a los niños, en especial ahora mismo. La empatía es la respuesta. La solución es detener estas acciones y dar voz a los que no la tienen y los niños merecen ser escuchados y sus historias, aunque los libros no tengan algo explícitamente político, pero merecen ser vistos y es nuestra obligación llevar con nosotros sus historias, especialmente cuando tenemos privilegios, no podemos voltear la vista a otro lado", afirma Halaw.
IDENTIDAD DE GÉNERO
La identidad de género y sexualidad también son un tema tabú en libros para niños y adolescentes. La escritora francesa Marie-Aude Murail, ganadora del Hans Christian Andersen en 2022, cuenta que desde niña tuvo dudas sobre su identidad de género y vivió su vida así, hasta que a la edad de 60 años leyó un artículo sobre las personas transgénero y se dio cuenta que ella creció con dismorfia de género. "Me di cuenta que eso fue lo que me pasó todo este tiempo", dice al explicar la importancia de abordar el tema de la identidad de género en libros para jóvenes. Este tema está presente en su serie de libros Sauveur & fils, donde una psicóloga trata a niños y jóvenes pacientes que enfrentan diversas problemáticas, entre las que se encuentra la historia de Ella/Elliot, una niña que expresa su deseo de ser un niño.
Chiara Gregori, ginecóloga que escribe libros sobre sexualidad para adolescentes, como Per Piacere y La sessualita spiegata ai bambini, explica que ella empezó a escribir sobre el tema porque se dio cuenta que, desde la perspectiva científica, era muy difícil de manejar con jóvenes audiencias, en gran medida por tabú.
"Los tabúes se heredan por generaciones y se arreglan con el paso de las generaciones. Quiero dar la información para que se hable con libertad sobre la sexualidad, el placer y la identidad de género. Necesitamos herramientas y no hay tantas, pero la gente debe dejar de decir que son temas complicados y optar por el silencio, porque esto crea fantasmas en las vidas de los niños. Podemos hablar del tema y se puede hacer de una manera amena", cuenta Gregori.
CENSURADOS
Aunque los escritores e ilustradores abordan con más apertura estos temas, el tabú persiste, al igual que la censura, que se ve hoy en la prohibición de libros en escuelas y bibliotecas, la quema de éstos, así como el encarcelamiento a escritores. "Hoy hay una especie de pereza por tomar la palabra. Se necesita reaccionar y habituarse a indignarse, porque si no se dejará de hacer y eso no es posible hoy en día. Estamos viviendo algo que no creía posible y que afectará a todos, no es algo que llegará, ya llegó", dice Igort.
"No somos libres de escribir sobre estos temas de una nueva forma, sino que se siga haciendo de la forma (velada) de antes", agrega Chiara Gregori sobre su experiencia.
"Un mensaje de esperanza es que la gente busca libros subversivos, así que hay que seguir escribiéndolos", concluye Marie-Aude Murail.