* La compañía “Titerearte Gerónimo” al rescate del arte mexicano
Aline García Díaz
Misantla, Ver.- Con gran éxito se presentó la compañía de marionetas “Titerearte Gerónimo”, el pasado viernes en los bajos del palacio municipal, en donde fueron bien aceptados por niños y adultos, y de esta manera continuar con el rescate de la tradición y la cultura de las marionetas en madera tallada que fueron famosas a través de las carpas que recorrían la República Mexicana y que hoy en día ya desaparecieron.
Los bajos del palacio municipal fue el escenario para que se presentaran alrededor de 20 títeres, desde que inició el espectáculo, los asistentes no dejaron de reír y reconocer el profesionalismo de las marionetas “Titerearte Gerónimo”, quienes tratan de rescatar el alto nivel literario y artístico que se vivió en México en el siglo XX.
La estrategia de que el público se involucre en los diálogos con los títeres ha sido fantástica, pues en todo momento, fueron partícipes de la función, donde personajes como el bailarín cubano, el cantante norteño, el abuelo, el maestro, la máscara, la muerte, la danza del venado, el rockero, los jarochos, pinocho y como personaje principal y especial para el público misanteco Pedro Infante, quien cantó la canción de Pocito de Nacaquinia.
Esta obra fue gracias al apoyo de la dirección del Instituto Tecnológico de Misantla, quienes fueron los que hicieron posible que esta compañía se presentará en esta ciudad, primero en las instalaciones del tecnológico y después una función especial para el público misanteco.
Marionetas “Titerearte Gerónimo”, es una compañía de títeres y marionetas que nació del legado de un padre escultor de piedra y la necesidad de cuidar a un hermano discapacitado en casa.
Felipe Hernández Quiroz, relata cómo desde el 2000 en un domicilio del barrio de San Lucas en Huamantla, Tlaxcala, fabrica, trabaja y elabora piezas únicas para espectáculos privados y pedidos de compañías teatrales extranjeras.
Desde hace 16 años “Gerónimo” lleva la magia de los títeres a niños y adultos en plazas públicas y espectáculos privados donde con luces, música y más de 20 personajes reflejo de la cultura, deleitan a propios y extraños.
“Hacíamos llaveritos, nos llegó un pedido para hacer un títere extranjero que moviera la lengua se nos facilitó tanto que volvimos a hacer otros y así comenzó todo; el primer títere que hizo mi padre fue un Cantinflas y nos entreteníamos nosotros, luego vinieron las funciones con familiares y de ahí a la fecha”, externó.
El aporte de los Hernández a la cultura y tradiciones de ciudades como Huamantla, cobra sentido al saber que desde hace 35 años las carpas de títeres y marionetas comenzaron a desaparecer; las piezas con las que trabaja “Gerónimo” son únicas y todas hechas a mano con más de 50 horas invertidas en elaborar cada una, ninguna tiene precio de venta excepto aquellas que son elaboradas bajo pedido.
“Nosotros no hemos salido de México, pero nuestras piezas sí, tenemos títeres en España, Chile, Estados Unidos, Canadá, China y Londres; nosotros iremos allá como compañía, algún día” sostiene uno de los hermanos fundadores de la empresa familiar.
Cada marioneta es un personaje, cada personaje tiene una historia, cada historia un motivo y todos se reducen a ver sonreír a niños, jóvenes y adultos.