Juan Carlos Jiménez
Tlapacoyan, Ver.- Los recolectores o bien pepenadores que sin más herramientas que costales y sus manos, salen en busca de todo aquello que pueda ser reciclado, ya sea aluminio, cartón o plástico PET que les ayude asimismo a obtener unos pesos para sacar su día.
Andrés Hernández Martínez señaló que la jornada al lado de su familia puede comenzar a las 6 de la mañana, porque en algunos casos las rutas que toman van acorde a las que tiene la Limpia Pública para la recolección de basura, principalmente en la zona centro de la ciudad.
Pero siempre con la idea de ganarle al camión de la basura, para que se lleve únicamente los desechos, pues los productos reciclados ya tendrían que haber sido extraídos de las bolsas domiciliarias por los pepenadores, quienes realmente son personas desempleadas y que muchas de las veces cuentan con un mínimo nivel de estudios.
A pesar de no ser una actividad o como los pepenadores la consideran “trabajo”, ha crecido considerablemente, a tal grado que algunas personas lo consideran como un negocio por quienes se dedican a la compra-venta de estos productos.
Debido a que la pepena se ha vuelto una alternativa de supervivencia, en donde inicia por un integrante de la familia, y poco a poco los demás integrantes se van sumando a estas actividades conforme van aumentando sus ingresos, donde hay la oportunidad de sacar provecho de lo que en los hogares desperdician.