23 de Febrero de 2025
 

Crónica de Restauración del Palacio Municipal de la Heroica Tlapacoyan

COMUNICACIÓN SOCIAL

Esta obra arquitectónica espléndida, restaurada en semanas recientes, muestra su esplendor y genera un nuevo activo turístico en la ciudad de Tlapacoyan. El edificio de estilo neoclásico francés porfiriano que alberga la Presidencia Municipal de Tlapacoyan, Veracruz inició su última etapa de construcción en el año de 1896 en terrenos adjuntos a la parroquia de la Asunción de la ciudad, precisamente, en el sitio donde se asentó la fundación de Tlapacoyan. Esos terrenos estuvieron ocupados en esa época por la casa de la alcaldía y un antiguo cementerio en la parte posterior de la iglesia, se completó con arcadas y estucos horizontales, y fue levantado 31 años después de la heroica defensa de los tlapacoyenses de la soberanía nacional en 1865. En su composición actual, el edificio cuenta con dos cuerpos y un torreón en el área central, presumen los que en la obra trabajaron, contiene en parte los muros y cimientos originales del antiguo edificio del siglo XIX, mientras el torreón central fue agregado en la última etapa en 1927 conteniendo el reloj monumental la Esmeralda. Este inmueble ha sido utilizado desde su conversión de conjunto como sede del ayuntamiento de Tlapacoyan y, sin duda, es una aportación muy particular de las corrientes eclécticas de la arquitectura en el porfiriato. Su interior lo conforman principalmente oficinas, entre las que están el despacho del presidente municipal y del secretario del Ayuntamiento, entre otras. La construcción es principalmente de sillar y piedra con techos de concreto armado, sin excepción de la galería posterior, que es de concreto. Su presencia arquitectónica forman parte de las corrientes extranjeristas que se manifestaron en paralelo a los edificios que se venían levantando en la ciudad de Veracruz. Se desconoce el autor del proyecto, pero se sabe que la influencia neoclásica prevaleciente durante la época porfirista (plena de estilos europeos), provenía principalmente de arquitectos foráneos, graduados de la Academia de San Carlos, en la Ciudad de México. De ahí que esta pieza es una joya muy particular en la historia de este municipio. Deterioro y colapso.

El antiguo edificio había sido sometido por años a diferentes intervenciones que fueron lastimando su estructura e integridad arquitectónica. Estas intervenciones y la falta de un mantenimiento adecuado, causaron un grado de deterioro tal que resultó en el desplome de algunos estucados en el año de 2005, tras los estragos de los sistemas meteorológicos de 1999. Justamente ese fue el momento de las primeras fallidas intervenciones, evidenciando la falta de interés y respeto de pasadas administraciones.

Hoy día nuestra alcaldesa Ofelia Jarillo Gasca procura la iniciativa establece el programa de recuperación y restauración de interés histórico de los espacios y la incorporación de tecnologías de punta que le permitieran una vida funcional práctica y eficiente. Como primer paso del proceso de restauración se inició la liberación de aquellos elementos ajenos o sobrepuestos que no permitían que el edificio original estuviera a la vista. Se hizo una reposición total de elementos de madera, los cuales también mostraban algunas deficiencias estructurales. El frontis del ala oriente también mostraba intemperismo y acciones invasivas de fauna y flora en todo su sistema de columnas, frisos, remates y molduras. La restauración se realizó con respeto absoluto al estilo e integridad arquitectónica del edificio, no sólo en su forma sino también en sus métodos de construcción y acabados, realizando como acciones de primer orden las siguientes: impermeabilización de azotea, detalles de carpintería y ebanistería, así como herrería ornamental; reposición en esquineros entrecalles de mosaico de pasta ornamental; fabricación de molduras con concreto celular; instalación de aire acondicionado no invasivo; instalación de iluminación estética; reposición de instalaciones electromecánicas y CCTV; instalaciones hidráulico-sanitarias; diseño de arquitectura ornamental. “utilizando tecnología y materiales contemporáneos como cemento y concreto de alto rendimiento, así como procedimientos constructivos del siglo XIX, se logró integrar la composición del proyecto de restauración. Para el propósito de este proyecto, uno de los retos más importantes fue la fabricación de elementos estructurales aparentes y piezas relevantes en el diseño. Tal es el caso de los concretos ligeros utilizados en las molduras, chambranas y jambas de las fachadas que permitieron, gracias a la composición del concreto aligerado, disminuir el peso de sus estructuras sin demeritar la forma y diseño del frontis y sus fachadas. Esta tecnología le permitió al edificio recuperar la integridad de sus fachadas exteriores. Igualmente, fue posible recuperar la artesanía de estucos de pasta que fueron hallados encubiertos en el edificio. Esta técnica artesanal casi inexistente se basa en la reproducción de un modelo de pieza de cemento recubierta de una pasta de color con diseños de figuras decorativas”. Asimismo, se empleó aditivo natural con base en marmolinas de granulometría diferencial para elaborar los morteros para unir tabicones y morteros para dar los aplanados a los muros.

También se recuperaron los pisos originales, se restauró herrería en balcones con el proceso de hierro vaciado, así como la carpintería artesanal en puertas y ventanas. No solo se rescató el elemento predominante de la zona histórica de Tlapacoyan sino que se ha permitido con esta misma tecnología que continúe siendo la sede oficial del gobierno municipal de la ciudad, mostrando así a la comunidad la conveniencia y valor del rescate histórico al servicio de la sociedad contemporánea. No es para menos, este edificio demandó un tiempo de restauración de tres meses. Con ello, se superó el difícil momento que sufrió cuando se percibió el grado de deterioro en sus muros en la esquina sur de la fachada principal, suceso ocasionado por el debilitamiento producto de la humedad, debido a filtraciones de agua pluvial en muros, azotea, carpintería y herrería así como la porción del frontispicio de fachada, perdiendo así su proporción.

Así mismo la administración que preside la profesora Ofelia Jarillo Gasca deja un legado de respeto a nuestras riquezas monumentales, a través de este programa de rescate de hitos y monumentos histórico. Por Luis Hertz cronista municipal.