La historia mexicana es única en el mundo, pues nos encontramos con acontecimientos que esconden mucho más que desfiles o conmemoraciones a personajes ilustres, sino que forman las bases de nuestro contexto económico, político y social, llegando a convertirse en paradojas o ironías que vienen desde hace más de un siglo.
La Revolución Mexicana es recordada popularmente como la lucha que liberó al país de la opresión del llamado dictador Porfirio Díaz, donde campesinos, trabajadores e idealistas conformaron una batalla por destituir al hombre que llevaba más de 30 años en el poder, cosa que desencadenaría el triunfo del apóstol de la democracia Francisco I. Madero, que tan solo poco más de un año después sería asesinado, iniciando de nueva cuenta un conflicto que llevaría al triunfo de los constitucionalistas, dejando la mayor huella, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esta es una versión romántica y general de los hechos, pero no se ha hablado de la realidad e implicaciones de estos para bien o para mal.
Para saber el peso histórico de este capítulo de la historia nacional, es necesario relatar los hechos. Nos encontramos en primera década del siglo XX, cuando el país se estaba consolidando finalmente, después de guerras, luchas de poder e inestabilidad institucional, logrando un avance estructural gracias al General Porfirio Díaz, que con sus diferentes proyectos lograría dejar a México como uno de los países con la mayor tecnología a nivel mundial, integrando el teléfono, ferrocarril, inversión, artes y educación, no obstante el General Díaz también sacrificó muchas cosas para lograr sus propósitos, como el bienestar de todos los ciudadanos, es por ello que no había apoyo a los sectores más vulnerables como el de campesinos y trabajadores de las empresas extranjeras que venían a invertir, añadiendo su reticencia de dejar el poder, cometiendo varios actos de represión.
Todo lo anterior desencadenaría el ocaso del Porfiriato, pues el descontento era mucho, además de que había otros grupos de poder amenazando su hegemonía, como el de Francisco I Madero o los internacionales como la cúpula política estadounidense encabezada por el presidente Taft.
La suerte estaba lanzada y el futuro al aire, pues lo que vendría después nadie lo hubiera esperado en ese entonces ya que varias personalidades como guerrilleros, lideres agrarios, bandoleros, generales e incluso adinerados y políticos se sumarían a la campaña de Madero para poder finalmente quitar a Díaz del poder, pues las elecciones de 1910 se acercaban y Don Porfirio aseguró en una entrevista de un diario estadounidense que el país estaba listo para la democracia.
Las elecciones llegaron y todo se descontroló porque la secuencia de hechos sería el encarcelamiento de Madero para no poder competir, el escape de este a USA, el alzamiento de los Serdán en Puebla y la proclamación del Plan de San Luis, incitando a la lucha de los opositores en México, cosa que haría al General Díaz renunciar, no por miedo o por la poca posibilidad de ganar, sino como un acto sorprendentemente sensato, puesto que no quería al país dividido y enfrentado, por lo cuál decidió irse y exiliarse en Francia donde moriría en 1915.
Lo que vendría después no sería felicidad por la salida del “dictador”, sino una inestabilidad económica por los daños, política en cuanto a la reformulación institucional y afirmación de lealtades, para llegar a pocos cambios sociales, dejando en un hilo el destino de México. Todo esto conllevaría a la muerte de Madero en 1913, orquestado por Victoriano Huerta que más tarde se haría con el poder, pero por la presión de la invasión estadounidense y el avance de los caudillos, lo llevaría a renunciar y huir del país en 1914, dejando el poder a Venustiano Carranza, contribuyendo nuevamente intereses políticos y luchas de poder que irían acabando con los caudillos, primero sería Emiliano Zapata en 1919, Venustiano Carranza en 1920, Francisco Villa en 1923 y Álvaro Obregón en 1928, dejando como única obra libre de conflictos a nuestra Carta Magna que fue promulgada un 5 de Febrero de 1917. Todo este capítulo terminaría con el asesinato de Obregón y se cerraría para siempre con el destierro de Plutarco Elías Calles en 1936.
Con todo lo anterior pudimos ver que la Revolución Mexicana no es como la pintan, pues dista mucho ser una lucha por la libertad, sino que ha sido una batalla por poder, dejando ver intereses políticos nacionales e internacionales jugando en este hecho, además los estragos de la Revolución fueron grandes porque dejaría pobreza, estancamiento, miseria, ruina económica, inestabilidad política y social, además de un estado débil. No todo es malo ya que de este movimiento obtendríamos nuestra constitución, el logro más decente de la Revolución, así como la transición del gobierno militar al civil en 1946 con el expresidente Miguel Alemán Valdés.
Es momento de reflexionar, dejando en claro que este acontecimiento fue clave para saber el por qué de la política mexicana actual, la razón de nuestros pensamientos políticos, así como una crítica a nuestra sociedad por no querer involucrarnos en lo que pasa en nuestro país, dejando todo a merced del representante en turno, para después quejarnos de todo lo malo que pasa, pero no nos ponemos a pensar que esto es culpa de nuestra indiferencia, ignorancia y opiniones irracionalmente emocionales sin criterios que solo nublan nuestro juicio, o ¿Qué opinas?
