El domingo se llevarán a cabo las elecciones presidenciales de segunda vuelta en Colombia, siendo uno de los hechos políticos importantes para Latinoamérica por lo que implica en relación política con los mandatarios de otros países, asimismo se cambia el mapa geopolítico de Latinoamérica, cosa que para algunos parece irrelevante, pero en realidad es determinante por los tiempos que se viven por el dominio ideológico y político.
Hay que analizar lo que ha pasado desde la primera vuelta de la elección ya que desde antes, el candidato de izquierda Gustavo Petro tenía una delantera indiscutible, no obstante después de la primera vuelta se definido algo interesante y son los votantes de Petro y los anti-Petro que votarán a cualquier otro que no sea el, haciendo referencia a los de la derecha que se irán con el que sea para no ir con la izquierda de Petro.
Después de la primera vuelta electoral tenemos que los derechistas colombianos desaparecieron del radar, cosa que se veía venir por todo lo acontecido en el gobierno de Iván Duque, que si somos objetivos, hubieron muchos factores externos que desgraciadamente no pudo controlar el gobierno de Duque como la pandemia y la crisis que generó, sin embargo se dieron otros acontecimientos que al final responsabilizaron directamente al presidente como las manifestaciones del año pasado con las que se sepultaría la imagen presidencial.
Con todo lo anterior ningún candidato de la derecha pasó a segunda vuelta, quedando como segundo Rodolfo Hernández, un empresario que no era muy conocido en el radar político colombiano por lo que al ser la única opción para derrotar a Petro, se decidieron a apoyar su candidatura por lo que no es de sorprender que en los últimos sondeos, ambos candidatos están separados entre 1 o 2 puntos porcentuales, cosa que complica el panorama y predice una elección muy cerrada con lo cual no se puede pensar en un ganador.
Es interesante el fenómeno de Colombia pues de ganar Petro sería el primer presidente de izquierda, algo que la derecha no quiere pero su imagen política gastada no les está ayudando, además de que existe el precedente de Álvaro Uribe, el expresidente más polémico de los últimos años por muchas de sus acciones o más bien la forma de proceder.
Si hiciéramos la analogía en México podríamos poner que el Álvaro Uribe sería un Carlos Salinas de Gortari y los siguientes gobiernos serían de centro-derecha y derecha hasta 2018 que ganaría la izquierda, aunque en Colombia eso está por verse pues la elección se prevé será cerrada por lo que todo puede pasar.
Mientras que el discurso de Petro parece ser de izquierda convencional, el de Rodolfo Hernández es ambivalente pues no se expresa con claridad cuales son sus planes para Colombia en caso de ser presidente por lo que denota que no hay un panorama completo por parte de la derecha y este es un último intento de rescatar la elección que pueden lograr, mientras que la izquierda se afianza de Petro, un hombre que también ha estado en muchas polémicas y que en sus propuestas cuando menos en discurso se han visto en contra de empresarios y privados que si se mantiene así pasaría una polarización política y social en Colombia.
Otro dato curioso es que Rodolfo Hernández al ser ciertamente desconocido emplearía la táctica de redes sociales para las generaciones más jóvenes que si vislumbramos ha funcionado, pues existen casos de éxito como Nuevo León en México y su gobernador actual Samuel García que logró imponerse por el apoyo de las redes y el de su esposa Mariana Rodríguez.
Al parecer la campaña de redes como Tik Tok ha funcionado pues ahora van casi iguales en el puntero por lo que nos deja de aprendizaje que al día de hoy, las redes ya no son un arma política sino que son él arma política.
En conclusión, las elecciones en Colombia pueden ser el precedente ideológico- político de que la izquierda se consolida al estilo 2000, como la imperante en la región nuevamente, pues en el caso de Chile y Perú como recientes y la próxima que será Brasil donde la derecha de Bolsonaro no la tendrá fácil.
Es momento de reflexionar ya que se mantiene el dicho del cambio para muchos colombianos y para otros es el malo por conocido que bueno por conocer, o ¿Qué opinas?