27 de Noviembre de 2024
 

Educación mexicana: Política escondida / Por Jorge Luis Borboa

 

 

En estos días se han anunciado cambios sustanciales en la SEP, tomando en cuenta que hay nueva dirigente, además de que se cambia la estructura del sistema educativo, así como nuevos retos para una educación integral en el país.

La educación es uno de los pilares para el desarrollo de una nación, sin embargo las cuestiones presidenciales han hecho un efecto negativo, aunado a la pandemia que dejó el rezago y abandono como la regla en el sistema educativo mexicano, dejando más y más problemas empleándolos como retos.

Ahora la educación mexicana se enfrenta a varias cosas. Una es la historia ya que la educación nacional se quedó en la época de Vasconcelos por lo que nos dejó en una metodología educativa estándar que no es capaz de adaptarse a las nuevas necesidades actuales con lo que nos deja en un rezago estructural y por más que quieran implementar cambios nunca podrán hacerlos de raíz por el sistema escueto que heredamos en el siglo pasado.

Algo que ha incentivado el ejecutivo ha sido el adoctrinamiento ideológico a través de los libros y contenidos educativos por lo que es un atentado por los principios constitucionales destacando la educación laica, libre de ideologías ya sean religiosas, políticas o culturales, en sentido de que no se adoctrine con propósitos misteriosos, pero nada sorpresivos, cosa que atenta con el criterio y la objetividad de las mentes jóvenes que deben saber en donde están parados.

Otro reto es el derivado de la pandemia ya que según estudios ha implicado que del 2020 al 2022 la educación se quedó en cero o en otras palabras fueron ciclos perdidos dejando una situación grave de rezago en todos los niveles por la insuficiente medida de las clases virtuales, así como el desgaste de maestros, alumnos y padres de familia, lo que en casos extremos derivaron a la deserción escolar.

Al día de hoy no se puede medir el daño permanente que va a quedar en la educación pues las generaciones estudiantiles se quedaron en pocas palabras reprobados 2 años porque es como si no contara lo visto ante alumnos de preescolar que no saben su entorno para entrar a primaria, los alumnos de sexto no saben la aritmética básica, así como la insuficiente lectura y escritura que demerita la casi nula comprensión lectora.

Con este arrastre se llega al nivel medio y superior con la vulnerabilidad de dejar la escuela pues al no haber suficientes recursos para seguir estudiando con una crisis económica, el índice de rezago o de población analfabeta incrementa de manera exponencial, un factor preocupante para aquellos que desean ser profesionistas porque se arrastra con la media nacional de personas que no continúan sus estudios después de la preparatoria y los profesionistas egresados no consiguen trabajo, logrando ver a la educación como un esfuerzo que no serpa recompensado y por ello no vale la pena hacerlo.

Ante este panorama nos queda una gran bola de nieve que la nueva secretaria de educación tendrá que lidiar pero ante medidas tan absurdas de desplazar a español y matemáticas como materias imprescindibles así como el cambio de nombre de grado a fases o cuestiones que resultan irrelevantes o muy graves de forma negativa.

Se puede concluir que ante todo lo mencionado la educación están ante una encrucijada que desgraciadamente no tiene fecha de caducidad pues al ver este panorama, ningún secretario de educación estará dispuesto a arreglar un sistema que requiere construirse desde cero pues sería rediseñar un sistema limpio, sin corrupción, adoctrinamiento, mercantilismo político, sindicatos opresores y muchas cosas más.

Es momento de reflexionar ya que la educación es el pilar de la sociedad y ahora más que nunca se debe tomar en cuenta pues seguimos repitiendo el patrón de la mala cultura ciudadana, el conformismo, la educación de memoria y no de crítica, la instrucción para obedecer y no para criticar, la exigencia de una nota y no la motivación de encontrar áreas de interés así como cualquier agente que dificulta el cambio educativo, o ¿Qué opinas?

 

 

 



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