Las elecciones de Brasil del domingo pasado han sido de las más competidas en los últimos años, tomando en cuenta que en esta década la izquierda política está dominando con su llamada ola rosa a Latinoamérica por lo que Brasil es clave junto con Argentina para el próximo 2023.
Se puede ver un alto grado de polarización pues los candidatos más votados tienen un historial polémico que dificulta aún más la votación para los brasileños, aunque esto no era sorpresa porque desde hace un año la situación se mantuvo de esta manera dejando a Brasil muy dividido en cuanto al voto.
Para adentrarnos al contexto, debemos conocer el sistema electoral del país sudamericano y es que es diferente al mexicano, por ejemplo en ese país se permite la reelección y la mayoría de gobernaturas se eligen cada cuatro años así como presidencia por lo que se tiene un sistema con mayor flexibilidad, claro que su contexto histórico se lo permite, además que la constitución de los 80s consolida la democracia brasileña después de una dictadura de 20 años que culminaría en 1985, trayendo diferentes gobiernos de centro y derecha hasta el 2003 que entra Luiz Inácio Lula Da Silva siendo el primer izquierdista que después de varias ocasiones contendiendo, logra ganar la presidencia de Brasil, logrando la reelección en 2006, dejando como sucesora a la también izquierdista Dilma Rousseff pero que tendría su declive por corrupción y sería destituida, dando un golpe a los izquierdistas brasileños dejando la puerta abierta para el regreso de la derecho que sería en 2019 con el actual presidente Jair Bolsonaro, mientras que Lula Da Silva sería encarcelado más de un año por corrupción, pero sería liberado por la Corte, por lo que hay una gran historia detrás de los candidatos.
Jair Bolsonaro entraría al poder en 2019 prometiendo liberalizar al país en lo económico y cultural aunque su forma de hacer política es considerada incorrecta, además de que entró en polémica por su manejo de la pandemia COVID-19 en su país, dejando la puerta abierta a la izquierda para gobernar. En estas elecciones por ley se estipulan 2 vueltas electorales a menos que un candidato tenga más del 50% de los votos en la primera vuelta, cosa que solo logró Fernando Henrique Cardoso.
Los resultados electorales de esta ocasión fueron muy diferentes a las encuestas, pues se predecía que Lula ganaría en primera vuelta con una ventaja holgada de 10% aproximadamente, sin embargo, esta primera vuelta fue una victoria para Bolsonaro pues a pesar de perder este domingo, logró tener un buen número de votos suficiente para evitar que Lula ganara, aunque los resultados arrojaron que Bolsonaro tuvo 43% y Lula 48%.
Para finales de octubre se tiene la segunda vuelta por lo que estos dos candidatos se van a enfrentar solo ellos dos, por lo que tendrá campaña y debate que serán definitorios para la elección.
En cuanto a la división del voto, pasa un fenómeno interesante pues la izquierda por lo regular siempre impera en el norte de Brasil mientras que el sur se lo lleva la derecha, que se fundamenta en los extractos sociales ya que en el norte de Brasil se queda el grupo de población más empobrecida y vulnerable como los indígenas y la gente de la Amazonia, algo muy contrastante con el sur donde se encuentran las metrópolis y la población más próspera de nación brasileña.
Se concluye que esta elección es definitoria para Latam pues infiera gran influencia por parte de la primera potencia de la región con lo cual es una joya de la corona para la izquierda y el único bastión para la derecha además de Uruguay y Ecuador, dejando un panorama complicado para la derecha latinoamericana.
Es momento de reflexionar porque en la política todo puede pasar y más en países donde la polarización en tan grande que la división suele generar rivalidad entre la propia población, caso muy parecido a México que conforme avanza el sexenio, vamos dividiéndonos más y más referente al rumbo por el que está apostando el ejecutivo federal, tomando la enseñanza de la propuesta y no la confrontación innecesaria.
Brasil no es el único país próximo a elecciones pues Argentina también está pasando por una crisis política contundente dejando a la región latinoamericana muy fraccionada y vulnerable, incluyendo México, o ¿Qué opinas?