Hace un par de días la Primera Ministra del Reino Unido Liz Truss, presentó su dimisión al cargo después de varios conflictos internos que pensaban cesarían con la salida del ex Primer Ministro Boris Johnson, pero al parecer esto se prolongó especialmente en las políticas económicas para remontar en este rubro pues en los últimos 2 años las cosas no han ido bien para el país anglosajón.
Liz Truss sería la primera ministra en estar menos tiempo en el cargo pues sus predecesoras Theresa May y Margaret Thatcher estuvieron más tiempo en el cargo, aunque la única que pudo rebasar los 10 años fue Thatcher siendo conocida como la Dama de Hierro. No obstante, Truss hizo historia por ser de los representantes del Reino Unido más efímeros en el cargo, además de ser la ministra de transición pues se reunió con la reina Isabel II antes de morir, teniendo a dos reyes en su cargo, la finada Isabel II y Carlos III.
Los sucesos que acabarían con la gestión de Truss sería a partir de la posición en cuanto a la guerra en Ucrania, la amenaza de una secesión de Escocia, una grave crisis energética y la inflación derivada de la pandemia de COVID-19 por lo que esto confirma que se necesitaban reformas económicas efectivas para lograr remontar de la recesión británica.
La medida que fue el punto de inflexión en su administración sería un paquete fiscal para reducir impuestos y para ello su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarten, presentó un presupuesto que constaba de reducir impuestos para los ricos y, al mismo tiempo, un aumento de gasto público, pero los mercados vieron amenazada la confianza en la estabilidad financiera de Gran Bretaña, la libra cayó por debajo del dólar, el Banco de Inglaterra tuvo que rescatar los fondos de pensiones y los intereses hipotecarios subieron.
Con ello los planes de Truss se vinieron abajo por lo cual despidió a su ministro de finanzas que se supone era el aliado político incondicional que solo cumplió con las órdenes de su jefa, pero como se sabe así es la política y el chivo expiatorio.
El factor que terminó de enterrar la carrera de Truss fue el despidió de la ministra del Interior, Suella Braverman, quien tenía el respaldo conservador, siendo un autogol para Liz Truss pues despidió a los dos más influyentes del partido conservador. La razón fue un problema formal, pero, en el fondo, el motivo fue el intento de Truss de abrir las puertas a una mayor inmigración, para reactivar la economía, algo a lo que Bravermann se oponía con vehemencia.
A partir de aquí se nota una líder muy débil sin un respaldo político, cosa que pasó con sus predecesores May y Johnson por lo que no es la primera vez que sucede el abandonar el barco antes de hundirse por lo que los conservadores piden nuevo ministro, pero se reúsan a ir a elecciones pues saben muy bien que el Partido Laborista tiene todas las de ganar pues ante la opinión de los británicos existe una crisis institucional.
Si hacemos una comparación, tenemos el caso de Italia que desde hace décadas se mantiene muy inestable institucionalmente pues cada cierto tiempo cambian de ministros y presidentes, pero no es como un periodo normal, sino que menores a dos años en promedio, por lo que analistas ya comparan la política del país anglosajón del norte de Europa con el del sur.
Hablando de predicciones políticas se tienen como nombres a los políticos Hunt y Sunik que son los más sonados entre los conservadores pero otro que no se imaginaban es el de Boris Johnson el apenas saliente primer ministro, que si lo viéramos de forma convencional sería ilógico pensar que regrese después de que tuvo que dimitir por el abandono de su gabinete, sin embargo lo que necesitan los conservadores es alguien fuerte y que una al partido pues los laboristas están esperando por una nueva elección en Reino Unido lo cual sería el fin de la hegemonía conservadora de más de 10 años después de la salida del laborista Gordon Brown en 2010, cosa que sería equivalente al periodo de la enigmática Margaret Thatcher sin embargo de los periodos más largos en la historia de los conservadores fue de 1979 a 1997 teniendo a la derecha británica gobernando.
Se concluye que Reino Unido está pasando desde 2016 una crisis institucional sin precedentes que pudiera indicar el fin de una era de estabilidad orgánica de los británicos por lo que la decisión del nuevo primer ministro será clave para mantener o desterrar a los conservadores del poder.
Es momento de reflexionar ya que si bien México tiene otro sistema político, es interesante como la inestabilidad institucional puede desencadenar eventos catastróficos algo que sí está pasando en nuestro país por lo que es necesario estar muy pendientes de las políticas públicas, especialmente la económica y de seguridad, o ¿Qué opinas?