23 de Noviembre de 2024
 

Capital político / El PAN tendría que ver a Xóchit / Por Adrián Rueda

 

Tras el acuerdo para que el PAN lleve mano en la elección del candidato de la alianza de oposición en la Ciudad de México todos voltearon a ver Santiago Taboada como el aspirante más viable para tomar la bandera.

El joven alcalde de Benito Juárez ha hecho un buen gobierno, que incluso le valió que sus vecinos lo reeligieran apenas en 2021, y muchos lo consideran como el ideal. Además, pertenece al grupo de Los Cinco Magníficos del PAN, liderado por el diputado Jorge Romero.

Sus credenciales son muy buenas para enfrentar a quien designe Morena, y en una ciudad como la de México, donde la población está dividida entre fifís aspiracionistas y chairos conformistas, sería el ideal para la oposición.

¿Pero qué pasaría si los suspiritos azules voltearan a ver a Xóchitl Gálvez para robarle incluso algunos adeptos a la 4T, ya que la senadora no tiene cola que le pisen. Ha sido gobernante, funcionaria federal y cuenta con una historia que la une al pueblo bueno. Oriunda de Hidalgo, llegó desde muy niña al Distrito Federal y se asentó en Iztapalapa, donde incluso vendió gelatinas para ayudar a su familia, pagarse sus estudios y graduarse como ingeniera. Desde Iztapalapa para el mundo fundó su propia empresa y puede presumir que proviene de la cultura del esfuerzo. La suya es una historia de éxito, por lo que podría ser una aspiracionista que admiren las clases populares.

Ella podría entrar sin problema a Iztapalapa, donde sería vista como una de las suyas, y hasta podría ser un ejemplo a seguir para muchas mujeres, en una zona de la capital donde más apoyo necesitan para salir adelante.

A Xóchitl se le podría construir la narrativa de cómo una humilde una niña de provincia llega a una de la zonas más pobres y oprimidas de la capital y llega a ser empresaria, funcionaria federal, delegada en una de las alcaldías más clasistas y hoy es senadora. Los chairos no la verían mal y los fífís la aceptarían sin problema, pues ya hasta los gobernó en Miguel Hidalgo. Es una mujer mal hablada, aguerrida y con un historial que difícilmente podrían desacreditar sus rivales.

No es priista, perredista y ni siquiera panista, aunque es con el partido que más se identifica; su problema es que no se deja manipular y que le gusta tomar sus propias decisiones.

No pertenece a la corriente de Romero, y eso a muchos suspiritos les genera ronchas; prefieren a Taboada, que tampoco sería un mal candidato.

El asunto es que, como el PAN tiene mano, ya debe oficializar su carta, para que también abajo se vayan acomodando las cosas; o sea, que el pastel se vaya repartiendo.

 



Banner Hotel